A contracorriente: Galarreta y Beñat Prados, una pareja que no me casa en el Athletic
-
El 1x1 del Athletic: doblete de Berenguer, Yuri arrolla pero Lekue se lesiona
-
Desmarcados en el Athletic-Girona: El placer de ver a Beñat Prados presionar en San Mamés
-
Gorka Guruzeta se mimetiza con el ADN Athletic: "Es un sueño seguir en la familia"
Ir contracorriente. Nada más apropiado cuando se trata de mar, naves, lanzarse al agua y nadar más que el rival para llegar vencedor a las primeras arenas de la playa. Y si el Athletic Club se vio obligado a nadar hasta la extenuación, fue porque Valverde ubicó en el centro del campo una pareja que, por mucho que se tiren las campanas al vuelo anunciando boda, no termina de casar. Inconsistente. Tendente al desapego. Personalidades e intereses similares que, lejos de unirlos en una misma faena, los aleja tanto que, siendo el terreno de juego esférico, como la tierra, los vuele a reunir hasta convertirlos en un solo jugador que deja en inferioridad numérica a la tropa de Ernesto Valverde.
De Ruiz de Galarreta y Beñat Prados se está hablando. Una pareja casada por los poderes de Txingurri, sacerdote de oficio en la Catedral. Nadie habría dado un euro por su suerte, allá, entonces, cuando Mikel Vesga y Dani García lideraban Orsai acompañados por músicos imbuidos en el engranaje de la oferta y la demanda. Fuera Ander Herrera, Ruiz de Galarreta, y un Beñat Prados que irrumpió con la fuerza del 'jevi' metal en el estudio donde el Athletic se dedica a grabar discos en directo.
El de la vieja Iruña, curtido en el barro inexistente de Anduva, ha enamorado a Valverde hasta el punto de romper la estrecha relación que tenía con el Celedón de la Popu. Separación. Divorcio. Algo extraño en un hombre tan conservador como el míster de Vitoria - Gasteiz. Raro, por otra parte, teniendo en cuenta que en Vesga había descubierto su heterónimo a la hora de dirigir el futbol de sus jugadores.
Acosado por tanta pregunta en la sala de prensa, Marcelino García Toral, el orador de Careñes, contestaba rotundo: Difícil, si no imposible, que terminéis viendo a Vencedor y Zarraga jugando juntos en el doble medio centro. Ernesto Valverde no se había manifestado tan rotundo al respecto de Galaxy y Prados.
Pero viendo el trascurrir del juego y sus jornadas, la empresa se antojaba un desafío demasiado arriesgado como para apostar por él. Cuando el Athletic empezó a navegar en las aguas turbulentas de la competición viento en popa y a toda vela, al mando del barco, de la carabela, de la nao, manejando el timón, la brújula, el sextante y el velamen, Mikel Vesga y Ruiz de Galarreta se convirtieron en los hombres de confianza de la Corona, empeñada en volver a navegar las costas de la vieja Europa, amén de incursionar en sus entrañas.
Han tenido que mediar lesiones, y mareos provocados por el mal de bajura, para que, de ser marinero en tierra, Prados se haya embarcado con la ilusión latente de poder manejar un día el rumbo de una gabarra remontando la ría desde el Abra hasta las costas pétreas del Ayuntamiento y las Siete Calles. De su versatilidad se hablaba recién llegado del Mirandés que dirigió el Gallo Etxebarria. Lateral derecho, central, y hasta medio centro siempre que la ocasión lo requiriera.
Hace unas fechas, en diálogo fogoso con mi compañero Asís Martín, le manifesté que Beñat Prados sería el relevo idóneo de un De Marcos que se maneja en el campo más allá de las escasas fuerzas que atesora. Y sin embargo...
Ya en la goleada que el Athletic le encajó al Real Mallorca, desde mi privilegiada posición en fondo sur, vi un detalle que alimenta la polémica en torno a la posición mas idónea para Prados. Una pugna en la que los cuerpos de Beñat y un mallorquinista fornido se medían. Un abuso de fuerzas; Prados cedió en el intento de robarle la pelota a su oponente. Algo no va bien, me dije; tal vez no sea esa la posición en la que el jugador le aporte más juego al Athletic.
Alejado de él, Ruiz de Galarreta libraba otro partido muy diferente frente al cuadro bermellón, un Real Mallorca del que había volado muy alto para llegar a Bilbao. Junto a Beñat Prados, la dupla que Ernesto Valverde utilizó de salida para intentar doblegar al Girona, cuadro que a San Mamés llegaba para demostrar por qué se había convertido en la sensación de la liga.
Intercambiando pareceres con un viejo zorro del balompié, que de futbol sabe tanto como el que desplegaba en sus días de gloria en los campos de Bizkaia, con respecto al duelo a la luna entre leones y gironíes me comentaba que Beñat Prados corrió tanto que se salía de escena, dejando desamparado a un Ruiz Galarreta que, a su vez, pretendiendo empresas mayores, se perdía hasta salirse de plano. En fin. Una sensación similar a la que yo tenía mientras con los ojos escuchaba, con los oídos veía, y con mi yo más interno percibía hasta lograr sentir lo que en verdad estaba sucediendo en el terreno de juego.
Incompatibles por naturaleza, llamados a no liderar la proeza que supone sostener y dirigir este Athletic capaz de volver loco a toda aquella persona que lo contemple desde el mirador de la nobleza. Locura. Jolgorio para todas aquellas personas a las que no le vaya la vida en el juego. Porque en lo que a mí respecta, más allá de ese golazo en los albores de la historia del partido, todo habría de ser un continuo sinvivir.
Honor y gloria para Berenguer, un futbolista al que la gran mayoría de los que ahora lo alaban pedían el finiquito y 'eskerrik asko' por los servicios prestados.
Los virtuosos nunca pierden la virtud. Y en vez de entender que Alex no era de la partida porque su demarcación la ocupaba Nico Williams, hablaban de una alarmante bajada en su estado de forma y en todo aquello que aludiera a factores físicos. Cual vacas de Lezama que la naturaleza dotó del don de la palabra. ¡Berenguer sublime! Hurra y Hurra para el que habitó muy cerca de donde se conserva la síndone. El de Barañáin, junto a Unai Gómez e Iñaki Williams, amén del recuento de Guruzeta, lideró la presión alta que alabaría Michel Sánchez al final de la partida.
Cuando las huestes del Girona, lideradas por el intrépido Gazzaniga, superaban la primera línea de oposición, Savinho, guante en su pie zurdo, inteligencia y clase en su intuición, era el adalid al frente de una tropa que, al alcanzar la zona media del campo de batalla, no encontraba sino el inmenso vacío que Prados y Galarreta dejaban por estar inmersos en esa tarea noble que Valverde terminaría ensalzando en sala de prensa. A Beñat se refería. Pero como la ocasión la pintan calva, metamos a Galaxy cual oro en el mismo paño que el míster del Athletic escogió para conservar a sus héroes...
Beñat es un jugador que tiene y trasmite mucha energía, nos viene genial con nuestra presión, pero aun tiene que hacer más cosas con el balón y llegar arriba, a la finalización. Coge aire Valverde y continúa... Es un chico que lo da todo y así termina los partidos con calambres. Las cesiones y el bien que les procura, así a él como a Vivían. Son la base del futuro para el Athletic. Nos alegramos mucho por lo que Beñat da, porque puede ser un espejo para otros, que vean que pueden llegar...
Adónde vas, manzanas traigo. Uno tan sólo pretendía dar su punto de vista acerca de una pareja que la vislumbra equivocada. Asumo que mi teoría podría resultar errónea, ya de salida, en su misma raíz. Si los partidos me quitan la razón, bendeciré mi error.
Mientras, en noches gloriosas como la del Athletic vs Girona, gocé de un ataque que metía el miedo en el cuerpo de su rival. De una defensa en la que Yuri Berchiche es quimera en permanente regeneración. Al centro del campo le pido posesión, manejo acertado, un reparto en las labores que le aporte equilibrio al equipo.
Si así hubiera sido, el Athletic no le habría concedido tantas opciones al Girona. Las mismas, o más, que los leones atesoraron para poder golear. Con un latigazo del genial Berenguer se dio inicio a la refriega. Con un cabezazo de Vivian sobre la línea de gol logró derrotar el Athletic al Girona. Victoria bendecida por Michel Sánchez. Un chaval de Vallecas que dignificó la Catedral con su divina presencia.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Los dos mejores "FICHAJES" de este año son "GALAXY" y "BEÑAT"... juntos o separados. Que Galarreta es mejor con Vesga (puede). Que Prados es mejor con Vesga (puede)... pero que Vesga no está, ni se le espera, desde hace tiempo también es cierto... así que estos dos no son mala solución (Creo yo)
Bufff, que artículo más rimbombante, hasta llegar al coñazo.
Un gran artículo
Me hizo pensar el artículo. Me parece un escándalo la eclosión que ha tenido Prados, es descomunal. Pienso que mezcla bien con Galarreta. Prados pinta a posicional, ahora va desbordado de energía y corre todo el campo, se dará cuenta y jugará como clásico contención posicional, tiene mucho quite, es muy fuerte en las disputas, y tiene mucho pase, es muy seguro jugando de primeras. Muy fiable tocando, necesita pausa, la irá adquiriendo con el conocimiento del juego. Pero sus características son perfectas para desarrollar ese rol. Galarreta cuida muy bien la pelota, muy buena protección, mucha lectura de juego, da sosiego, combina bien con todos, también bastante dinámico, llega bien a posiciones de ataque pero no es tan bueno en el quite como Prados. Pienso que son socios ideales y se complementan bien para llevar el timón del Athletic. Son extraordinarios. Galarreta ya muy curtido, Prados todavía por hacerse, le falta sosiego pero pinta a jugador grande.
Aparte del farragoso estilo,. el autor habrá sido futbolista, como tantos miles, pero creo que Valverde sabe mil veces más de este asunto. decir que Galarreta y Prados no son compatibles, no es solo una enmienda a lo que decidió el entrenador, sino a la realidad de lo que pasó frente al Girona. ¿Que hizo muchas ocasiones el Girona? Sí, precisamente, cuando Prados ya no estaba en el campo. ¿Que dejan mucho espacio a la espalda los pivotes? Claro. Si no, la presión de los delanteros no sería en absoluto efectiva. Por no hablar de que apunta que el sitio que ocupa Prados en el campo no es el mejor para él, se basa en un detalle puntual de un partido en el que el Athletic ganó 4-0.