Muchas luces, alguna sombra y grandes esperanzas en el Athletic
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El curso 2023-24 es el de la gabarra y la Copa 25
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Los de Valverde igualaron la 2ª mejor puntuación
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Retroalimentados: El gran año del Athletic dispara el tirón de San Mamés y viceversa
Termina una temporada de ensueño, una temporada para enmarcar, inolvidable, para el recuerdo, donde el Athletic Club regresa a Europa donde no estaba desde la temporada 2014-2015, gana la Copa tras 40 años de espera y dónde muchos jóvenes han dado ese paso al frente que puede hacernos pensar en Lezama como ese lugar que sigue dando sus frutos. Todo esto ha sucedido tras un estreno liguero donde muchos aficionados rojiblancos mostraron sus dudas en el mes de agosto con el inicio liguero ante el Real Madrid. Fueron muchos los que, si no llegaron a temblar, sí que es cierto que auguraban una temporada gris y discreta.
Reconocido el error, toca poner en valor lo realizado por el técnico y los jugadores qué han sido los artífices de la excelsa temporada realizada por los rojiblancos, que tuvo su cénit en ese inolvidable día donde la gabarra surcó poderosa la ría.
Las claves de todo lo bueno vivido estos meses hay que encontrarlas en diferentes ángulos y aristas. Comenzando por un técnico como Ernesto Valverde conocedor de la casa, de la filosofía y que a día de hoy ha demostrado ser el mejor entrenador que puede tener el Athletic.
Las armas de un gran Athletic
A partir de ahí, la firmeza como locales haciendo de San Mamés una fortaleza inexpugnable, la energía que pone el equipo en cada acción, esa presión alta, una mayor regularidad como visitante que se echaba en falta, son algunos de los argumentos que ha manejado conjunto rojiblanco con maestría.
Y por supuesto, los nombres propios de una plantilla que ha dado la talla. Destacar a los hermanos Williams, la confirmación de Guruzeta, la aportación intermitente pero de una enorme calidad de Sancet, así como el equilibrio y la salida de balón qué han aportado hombres como Galarreta y ese descubrimiento que ha sido Beñat Prados.
Pero sin duda, un equipo empieza a ser fuerte desde la seguridad, y ahí tenemos al Zamora de la Liga, Unai Simón que como ángel guardián ha estado, siempre secundado por dos meritorios como Vivian y Paredes, sobre los que pendía la espada de la duda tras la marcha de Iñigo Martínez y que han respondido con la firmeza y solidez que se pide a una pareja de centrales. Como importante ha sido el incombustible Óscar de Marcos, la calidad de Yuri y el siempre fiable Lekue por bandas.
Pero donde hay luces siempre hay sombras y éstas pasan por nombres como Imanol o Villalibre... que en roles distintos no han contado con el rendimiento y la confianza necesaria para asentarse en el equipo. Así como las despedidas que siempre son tristes de grandes jugadores como Iker Muniain, Dani García o Raúl García.
Por último y de cara al próximo año la historia está escrita de equipos que tras tocar la gloria europea sufren muchísimo la temporada siguiente en algunos casos incluso con descensos (Espanyol, Celta, Betis, Villarreal, Zaragoza o Alavés) y es algo en lo que debe fijarse el club a la hora de reforzar un vestuario que va a estar muy exigido y donde además algunos pesos pesados ya no estarán y a los cachorros hay que dejarles madurar.
· Por Rafa Arberas, Periodista de Radio Llodio - Onda Vasca