El "Atleti yo te amo" invade Múnich y deja al Bayern local en minoría
El canto del "Atleti, yo te amo" invadió hoy el corazón de Múnich con la llegada de miles de seguidores del equipo que entrena Diego Simeone para la semifinal de vuelta de Liga de Campeones, contra el Bayern Múnich.Las bufandas, banderas, camisetas rojiblancas del Atlético de Madrid y los gritos guerreros de su vibrante afición se extendieron por la céntrica Marienplatz, tanto en las terrazas cerveceras o en el interior de los locales, mientras la hinchada local estaba en franca minoría.
Los cantos de "Alegría, alegría en mi corazón, la Liga de Campeones es mi obsesión", más el himno oficioso del "Atleti, yo te amo", empezaron a hacerse omnipresentes varias horas antes de la cita fijada -las 18.00, locales- para la partida colectiva hacia el Allianz, el estadio del Bayern.
"Ganaremos 3-1", opinó David, madrileño recién llegado a la capital bávara para el partido, mientras que su compañero de excursión Rubén optó por un algo más discreto "1-0", igualmente victorioso pero sin alardes.
Nadie en la plaza muniquesa iba más abajo de ese nivel -la victoria en la vuelta, tras el 1-0 en el Vicente Calderón-, por mucho que teóricamente un empate es suficiente para ir a la final en Milán.
Ningún síntoma de piedad hacia Pep Guardiola, el técnico que, de caer hoy ante el Atlético de Madrid, se habrá despedido del Bayern con tres eliminaciones consecutivas en la Champions, las tres frente a equipos españoles -2014, el Real Madrid y el año pasado el Barcelona-.
"No, nos dará pena, claro que no", coincidieron los tres consultados, respecto al entrenador que a final de temporada se va de todos modos al Manchester City y que será sustituido por Carlo Ancelotti.
Las únicas disensiones se centraron en quién será el siguiente rival, tras el Bayern de Pep Guardiola: "El Manchester", aseguraba Emi, por la sencilla razón de que "no somos madridistas" y, por tanto, no se le desea al Real Madrid el pase a la final.
"El Real Madrid, por la vendetta", dijo Francisco, en la misma terraza, en alusión a la final de la Champions de dos años atrás, en Lisboa, que ganaron los blancos, entonces dirigidos por el italiano Carlo Ancelotti.
Apenas un par de seguidores locales, en la misma terraza, se permitían ir contra la opinión mayoritaria de la marea rojiblanca: "Sorry, pero ganará el Bayern", según Friedrich, cuya apuesta para el partido de la noche es más bien modesta: 2-0 para los de Guardiola.
El espíritu de la afición rojiblanca es el mismo que expresaron ayer, ante los medios y en el estadio, tanto Simeone, como Fernando Torres y Gabi: no se firma un empate, sino que se va a Múnich para ganar el partido.
Ese fue el talante, por lo demás, que el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, expresó horas antes del partido, en un encuentro con los medios españoles a la entrada de un restaurante muniqués, donde recordó una de las máximas del equipo: "En el Atleti nunca dejamos de creer. Y cada vez creemos más".
El ánimo guerrero del visitante, por un lado; la percepción de que no es una semifinal más para Guardiola, por parte de los locales.
Entre los quioscos muniqueses destacaba un fotomontaje del popular diario muniqués "Abendzeitung", con un Guardiola posando a lo pistolero y el titular "la última bala de Pep".
El enunciado hace alusión a una frase del técnico, tras la derrota de los suyos en el partido de ida, en que dijo que no le dieran por muerto aún, ya que le quedaba una bala, a disparar en el partido de hoy.
Guardiola se juega hoy la última oportunidad de estar en una final de la Champions con el Bayern, equipo que dejará al final de esta temporada y al que llegó en 2013 sucediendo a Jupp Heynckes, quien en su despedida ganó para los suyos el triplete -Bundesliga, Copa de Alemania y Liga de Campeones-.