Cinco curiosidades que quizás no sabías del Wanda Metropolitano
El Atlético de Madrid se mudó el pasado año 2017 al Estadio Wanda Metropolitano. Tras dejar atrás más de 50 años a orillas del Manzanares, el cuadro rojiblanco se trasladó 14 kilómetros al este, en el distrito de San Blas, a un estadio con capacidad para 67.000 espectadores.
¿Por qué Wanda, por qué Metropolitano?
Una de las grandes preocupaciones de los aficionados del Atlético de Madrid era saber qué nombre llevaría su nuevo estadio. En el club hicieron una doble apuesta de futuro y pasado: patrocinio para sacar rendimiento económico y guiño a la historia del club.
Así pues, el estadio se llamó Wanda Metropolitano. El grupo Wanda paga diez millones de euros fijos al año al Atlético de Madrid por el 'naming' del estadio, con contrato para diez temporadas, hasta 2027. A ello hay que añadir una serie de bonus según objetivos, presencia en Champions League y demás éxitos deportivos.
A su vez, el Atlético de Madrid recurrió al nombre de su antiguo estadio, el Metropolitano, para dar apellido a su nuevo recinto. El cuadro rojiblanco jugó en el antiguo Stadium Metropolitano desde 1923 hasta 1966, cuando se mudó al Estadio del Manzanares, luego rebautizado como Vicente Calderón.
De hecho, el actual estadio del Atlético de Madrid se llama únicamente Estadio Metropolitano para los compromisos europeos, ya que la UEFA no permite patrocinadores. Además, la parada de metro que está junto al recinto colchonero también se llama 'Estadio Metropolitano'.
Ya se jugó un Atleti-Barça en 1996
Quizás la anécdota más llamativa del nuevo recinto rojiblanco. El Atlético de Madrid jugó por primera vez en este estadio en 1996, cuando disputó la vuelta de la Supercopa de España ante el FC Barcelona. Por aquel entonces, el recinto se llamaba Estadio de la Comunidad de Madrid, bautizado posteriormente como Estadio de la Peineta.
El Barcelona ganó 5-2 en el duelo de ida, que tampoco se jugó en el Camp Nou sino en el Olímpico de Montjüic. La vuelta, de igual forma, no se disputó en el Vicente Calderón, sino en el Estadio Olímpico de la Peineta. El resultado de la vuelta de 3-1 para los rojiblancos acabó proclamando supercampeón al Barça ante unos 10.000 espectadores.
Además, el Atlético de Madrid B también jugó en aquel recinto la segunda vuelta del curso 1995-1996, cuando militaba en Segunda División B. Así pues, se podría considerar que el primer gol rojiblanco en San Blas lo anotó Luis José Roa ante el Real Aranjuez.
La grada principal tiene casi 30 años
El día de aquella Supercopa ya existía la grada de la Peineta, que se terminó de construir en 1993... y aún sigue en pie. Por entonces, el estadio tenía una pista de atletismo y esta grada era la única que tenía el Estadio de la Comunidad de Madrid, que fue transferido al Ayuntamiento en 2002 a cambio del Palacio de Deportes.
La grada de la Peineta fue diseñada por los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, los mismos que diseñaron posteriormente el Metropolitano. En el estadio actual, dicha grada corresponde a la Grada Alta del Lateral Oeste, una zona que a su vez está dividida en tres niveles de altura distintos.
Esta grada de la Peineta está considerada la 'peor' en cuanto a visibilidad se refiere. Las entradas más baratas para los partidos del Atlético de Madrid, que suelen partir desde los 30 euros, corresponden a la esquinas de esta antigua grada en lo que se considera una zona de visibilidad reducida.
Dos columnas tapan la visión en parte del Metropolitano
Una de las premisas que tenían los arquitectos para construir el Metropolitano era la de conservar esta grada y adaptarla al nuevo estadio. Esto propició que la mayor parte del estadio esté por debajo del nivel del suelo, pues la Grada Media y la Grada Baja del Metropolitano están más bajas que La Peineta.
La Grada de la Peineta se sale, de alguna forma, del diseño del resto del recinto, donde se juntan los dos Fondos con el Lateral Este. Es la más alta de todas y la que tiene mayor inclinación. Desde sus esquinas, de hecho, apenas se percibe bien el fútbol e incluso tiene dos columnas en la parte superior que tapan la visión completa del césped a decenas de asientos.
Esto se debe al diseño de la cubierta: los soportes construidos en el resto del estadio están tras la última fila, pero esta grada ya existía y se vieron obligados a colocar dichas columnas en medio. Los sectores 503, 503b, 504, 508, 508b y 509 tienen decenas de asientos en los que una de las dos columnas tapan parte del césped.
De los tres niveles, dos están por debajo del suelo
Entrar al Estadio Metropolitano impresiona porque desde fuera no parece tan colosal como desde dentro. Esto se debe a que la mayor parte del estadio está por debajo del nivel del suelo. Así pues, un aficionado que entre en línea recta al Metropolitano, sin subir ni bajar ningún escalón, aparecerá en la última fila de la Grada Media del estadio del Atlético de Madrid.
Por encima únicamente queda la Grada Alta, así como los palcos VIP que están situados justo debajo de esta. En cambio, para acceder a la Grada Media y a la Grada Baja hay que bajar escalones, muchos escalones. De igual forma, toda la zona de vestuarios, así como las zonas de prensa y el nuevo Auditorio, están situados varios metros por debajo de lo que se considera el nivel 0.
