El calvario de Diego Costa: 40 partidos lesionado o sancionado en dos años
Ídolo rojiblanco, goleador voraz y luchador impenitente, añorado durante temporadas, Diego Costa retornó al Atlético de Madrid en enero de 2018 en busca de retomar el idilio culminado con el titulo de Liga de 2014. Nadie habría pensado que el infortunio se cebaría tanto con él en su regreso.
La hernia discal cervical que se le diagnosticó el pasado 14 de noviembre y por la que tendrá que someterse a una intervención quirúrgica en esta semana, es el enésimo tropiezo de un calvario del delantero hispanobrasileño en esta segunda etapa en el Atlético, en la que se ha perdido 40 partidos entre lesiones y sanciones.
"Pues es una pena porque creo que le van a tener que operar", admitió el presidente rojiblanco Enrique Cerezo este martes en un acto social. El club y el delantero barajaron sus opciones, e incluso el punta llegó a viajar a Brasil en busca de consejo, pero la decisión es pasar por el quirófano y será en esta semana, probablemente este jueves.
Diego Costa se va a Brasilhttps://t.co/skKGCsE3pw
— ElDesmarque Atleti (@DesmarqueAtleti) November 19, 2019
Un nuevo contratiempo para un delantero que desde su retorno, confirmado en septiembre de 2017 tras un acuerdo con el Chelsea inglés y retrasado hasta enero de 2018 por la sanción de la FIFA al club rojiblanco, ha encadenado diferentes causas para perderse casi la mitad de los partidos en juego.
Diego Costa se ha perdido casi la mitad de los partidos
Costa se perdió nueve duelos por lesión o sanción en esos primeros seis meses de 2018. En la temporada 2018-19 llegó a perderse 29 partidos entre la operación en el pie izquierdo, otras lesiones y la sanción tras su roja en el Camp Nou. En esta campaña se ha perdido otros dos: el restante de la sanción y uno por lesión.
La cuenta de partidos ausente por razones físicas o disciplinarias entre un centenar de duelos posibles en menos de dos años, no hará sino aumentar en los próximos meses. La intervención quirúrgica por esta hernia discal podría dejarle fuera de combate los próximos 90 días.
Ni el más agorero de los aficionados rojiblancos podía barruntar esta situación, menos aún al ver el 'redebut' del delantero nacido en Lagarto (Brasil) con el Atlético: un 3 de enero de 2018 en el Camp d'Esports de Lleida, ida de octavos de final de la Copa del Rey, en la que salió en el minuto 64 y marcó a los cinco minutos.
La euforia vino acompañada por el susto, ya que en la misma jugada recibió un pisotón del defensa local Marc Trilles que provocó que tuviera que ser atendido por los doctores, eso sí, después de haber festejado el gol del reestreno. Quedó en un susto, porque se levantó y volvió a pelearse con los defensas.
El reencuentro como local, un 6 de enero, se antojó como un regalo de Reyes para los rojiblancos, más aún cuando anotó el 2-0 al Getafe, haciendo estallar de júbilo al Wanda Metropolitano. La otra cara de la moneda la conoció instantes después, cuando la imprudencia de irse a abrazar con los aficionados de las primeras filas de la grada le costó la segunda amarilla y la expulsión.
El partido de sanción que tuvo que cumplir ante el Eibar la siguiente jornada fue su primera ausencia de una lista que en aquel medio curso incluyó una lesión en el muslo izquierdo tras el Sporting de Portugal-Atlético de la Liga Europa, por la que se perdió tres partidos. Sí pudo estar en la vuelta de semifinales ante el Arsenal (1-0) y en la final ganada al Olympique de Marsella francés en Lyon (Francia).
De exhibirse en la Supercopa a ser expulsado en el Camp Nou
La siguiente campaña no fue una excepción, ya que, pese arrancar de forma sobresaliente con dos goles en la final de la Supercopa de Europa en la que el Atlético se impuso al Real Madrid (2-4), tuvo varias ausencias por problemas musculares y acabó pasando por el quirófano para operarse el 5 de diciembre de 2018 del quinto metatarsiano del pie izquierdo en Brasil.
La intervención le llevó a perderse trece encuentros oficiales, pero no fue el único problema del curso, ya que unas molestias en la cadera le dejaron fuera de dos duelos ligueros en marzo y una sanción le privó de la vuelta de octavos de 'Champions' ante el Juventus, en la que el Atlético pereció pese a su 2-0 de ventaja.
Sorteando otro problema muscular, el ariete llegó a tiempo para estar en el Camp Nou en Barcelona, en un partido trascendental para competir el título liguero. Un exceso de agresividad, los insultos al árbitro Jesús Gil Manzano y agarrar por el brazo al colegiado le generaron la expulsión y el castigo de ocho partidos, siete de ellos cumplidos en el final de esa campaña.
El último partido restante de sanción liguera y una lesión muscular en el muslo izquierdo hicieron que el delantero hispanobrasileño comenzara esta temporada, a efectos de partidos oficiales, dos semanas después, ya que se perdió las dos primeras jornadas, ante el Getafe y el Leganés, por estos dos motivos.
Desde entonces, ha disputado 15 de los 17 partidos oficiales, once ligueros y cuatro en la Liga de Campeones, titular en todos menos en tres (Athletic, Sevilla y Espanyol), en los que ingresó en la segunda mitad, con dos tantos anotados y tres asistencias.
Lejos de su mejor forma en este inicio de campaña, la hernia discal obligará de nuevo a Diego Costa a parar y volver a empezar. Una sensación que ha repetido en demasiadas ocasiones desde su retorno al Atlético de Madrid, un calvario de ausencias físicas o disciplinarias que le han dejado lejos del ídolo goleador rojiblanco que ansiaban los aficionados en su retorno hace dos años.