2-0: Felipe (55').
La 'final' imprevista del Atlético
Dos derrotas seguidas en la Liga de Campeones han dirigido este miércoles al Atlético de Madrid a una 'final' imprevista ante el Lokomotiv, en el Wanda Metropolitano, con el pase octavos pendiente de un triunfo para no depender de nadie y con todo el riesgo que suscita el pulso que sostiene con el gol.
No hay más margen de error que el que le permita el Bayer Leverkusen, que recibe a la Juventus en el Bay Arena. Si él gana, el Atlético debe ganar. Si él pierde o empata, al conjunto rojiblanco le bastará incluso con la derrota para retomar un rumbo que parecía inalterable hace mes y medio, hasta que cayó por 2-1 en Alemania.
No intuía entonces el equipo madrileño, que luego también perdió en Turín (1-0), una situación tan comprometida como la que asume este miércoles, ni soñaba ni siquiera el Bayer Leverkusen con tener opciones más allá de jugar la Liga Europa. Entre los dos está la segunda plaza del grupo D. La primera ya tiene dueño: la Juventus.
Hay un factor, muchas veces determinante, favorable al Atlético: depende de sí mismo. También tiene el aval de jugar en su estadio, donde ha ganado 19 de sus últimos 24 choques europeos, y se mide a un rival inferior, al que ha doblegado en sus últimos tres duelos en años y medio, además con diez goles a favor: 3-0, 1-5 y 0-2.
El más cercano rememora el último gran choque de Joao Félix, quizá el mejor de competición oficial de su primer semestre en el Atlético, al que ha seguido una lesión, seis partidos de baja, dos como suplente y la frustración. Fue el pasado 1 de octubre en Moscú: abrió la victoria con un gol y provocó otro, el 0-2 final.
Un partido resolutivo del atacante. También su último gol con el Atlético, con el que ha anotado tres dianas. No marcó desde entonces en ninguno de sus seis encuentros siguientes. Y en el estadio de La Cerámica, el pasado viernes, sufrió un ejercicio ofensivamente frustrante para el Atlético y para él, sin el gol que tanto necesita su equipo para remover una secuencia cansina de empates.
Es el desafío de Joao Félix y Álvaro Morata, de nuevo el ataque del Atlético, mejor sin duda que su adversario, aunque su actual momento no ofrezca ninguna certeza más allá de lo que se presupone por plantilla, equipo, técnico e historia reciente. Ha ganado uno (3-1 al Espanyol) de sus últimos ocho partidos. O cinco de los 18 últimos. Y encadena tres duelos sin vencer ni marcar ningún tanto.
Habrá tres cambios en el once. Nueve partidos después, tras un mes y medio de baja, vuelve al equipo José María Giménez, que jugará en el centro de la defensa en detrimento de Mario Hermoso. Además, Kieran Trippier y Ángel Correa retoman la banda derecha titular, con la vuelta al banquillo de Santiago Arias y de Héctor Herrera. El mexicano había jugado de inicio los últimos cinco encuentros.
El portero Jan Oblak, el central Felipe Monteiro, el lateral Renan Lodi y los medios Koke Resurrección, Thomas Partey y Saúl Ñíguez, goleador dos veces en tres duelos con el Lokomotiv y al borde de los 50 partidos en la Liga de Campeones, completan el once, con las bajas por lesión de Diego Costa, Stefan Savic, Vitolo, Sime Vrsaljko y Darío Poveda, goleador del filial y con una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha sufrida el domingo.
Enfrente, el Lokomotiv, eliminado ya de la competición europea y sumido en un profundo bache de juego y resultados, viaja a Madrid sin presión, pero con varias bajas sensibles.
El partido recuerda al disputado hace un año por el CSKA Moscú también en la última jornada de la primera fase de la Champions. Eliminado de la competición, le endosó un sonrojante 0-3 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Bien es verdad que entonces el conjunto madridista ya estaba clasificado como primero de grupo.
El Lokomotiv aún tiene menos que ganar y nada que perder, ya que el CSKA aún tenía opciones de jugar la Liga Europa, algo a lo que no puede aspirar el equipo de los Ferrocarriles de Rusia.
Con tres puntos, es farolillo rojo. Tuvo contra las cuerdas a la Juventus en Turín y en Moscú, pero perdió por idéntico resultado (2-1) y el Bayer Leverkusen le puso la puntilla hace dos semanas en la capital rusa (0-2).
El equipo entrenado por el septuagenario Yuri Siomin ha perdido tres partidos seguidos, dos en la Liga y uno en la Liga de Campeones. Además, acumula ocho derrotas en trece partidos desde principios de octubre, con lo que ha caído a la quinta posición en la Liga, a once puntos del líder, el Zenit.
La lesión del portugués Joao Mario, un jugador que le dio un salto de calidad al equipo tras su llegada del Inter, fue un duro revés para los moscovitas. Se le han sumado el portero Guilherme, indiscutible en el Lokomotiv y la selección rusa, y más recientemente el lateral derecho Ignátiev.
El que se perderá el partido por acumulación de tarjetas es el pulmón del equipo, Dmitri Bárinov, que sí jugó ante el Arsenal de Tula (4-0).
Aunque encajó cuatro goles el fin de semana, el ruso Kochenkov estará bajo los palos, mientras es probable que Siomin juegue con un solo delantero y refuerce el centro del campo con el brasileño Murilo, un defensa reconvertido en medio centro.
El peligro ofensivo correrá cargo del fino zurdo ruso Alexéi Miranchuk y el empuje del todoterreno Krychowiak, futbolista polaco que militó en el Sevilla, ya que el portugués Eder está negado en ataque y el ruso Smólov no acaba de remontar el vuelo.