Paulo Futre es todo un ídolo de la afición del Atlético de Madrid. El portugués llegó al Vicente Calderón como una estrella y, con el paso de los años, se ha convertido en un hincha más del cuadro rojiblanco. Este sábado, Futre no dudó en felicitar a las jugadoras tras proclamarse campeonas de la Supercopa de España. Y a su vez, ha aprovechado el gesto de Amanda Sampedro con Virginia Torrecilla para contar cómo se ganó el respeto del vestuario amenazando a Jesús Gil por Carlos Aguilera.
En su cuenta oficial de Instagram, Paulo Futre confiesa que puso al presidente en un apuro el día de su renovación con el club. Había sido nombrado capitán rojiblanco con sólo 22 años y tuvo un gesto con el canterano Aguilera que acabó por convencer a todos los jugadores de la plantilla rojiblanca.
▶️😍 El emotivo gesto de @Amanda10sb en Almería: levantó la Supercopa con una @VirginiiiaTr que se emocionó en el campo y acabó festejándolo en el céspedhttps://t.co/IeeF7VAw3u
— ElDesmarque Atleti (@DesmarqueAtleti) January 16, 2021
¿Cómo ganarte el respeto de tus compañeros? Como antiguo capitán y número 10 rojiblanco, al igual que Amanda Sampedro, me enorgulleció especialmente su precioso gesto de compartir el protagonismo de levantar la Supercopa con la gran guerrera Virginia Torrecilla. Son esta clase de acciones las que forjan a los verdaderos líderes.
En mi segunda temporada, Jesús Gil decidió que yo debía ser capitán. Intenté que cambiara de opinión pero no hubo manera. En el equipo había titulares de la selección y la mitad de la plantilla se había formado aquí. Aparte de que en aquellos tiempos solo podían jugar dos o tres extranjeros por equipo. Me llevaba genial con todos pero era imposible que aceptasen que un portugués de 22 años fuese su capitán.
Poco tiempo después todo cambió. Aguilera tenía solo 20 años, era un niño de la cantera. Ya había debutado con los 'mayores', pero no tenía contrato profesional cuando llegó la terrible noticia de que tenía cáncer de tibia. El presi tuvo el detalle de declarar públicamente que pasara lo que pasara le firmaría un contrato profesional por varios años. Días después recibimos la bella noticia de que era benigno y podría jugar de nuevo. Él volvió a entrenar pero el contrato prometido no aparecía, Gil le fue dando largas y yo me tomé el asunto personalmente.
En paralelo llegué a un acuerdo para mi renovación. El día de la firma estaba convocada una rueda de prensa. Y justo antes de firmar mi contrato en su despacho me planté: "Presi, llame ahora al ‘Niño’ para firmar lo que le prometió, o no hay renovación y salgo ante la prensa a explicarles el motivo". Él sabía que no era un farol. Tras su típica ronda de insultos, media hora después Carlos Aguilera estaba firmando su primer contrato profesional. Al día siguiente cuando entré al vestuario sentí por primera vez en la mirada de mis compañeros que me aceptaban como su capitán: "El Portugués es uno de los nuestros, mata por nosotros".
Espero que mi experiencia os sirva de inspiración, igual que el gran gesto de Amanda. Muito orgulho em ti Capitana e muita força para Virginia. ¡Enhorabuena a vosotras y todas nuestras SuperCampeonas!