Simeone ha visto pasar 15 entrenadores de Real Madrid y Barcelona desde que llegó al Atlético

Diego Pablo Simeone o el abismo. El técnico del Atlético de Madrid aterrizó en el equipo rojiblanco en diciembre de 2011, hace casi una década y, desde entonces, ha visto pasar innumerables inquilinos por los banquillos del Real Madrid y el FC Barcelona. A la espera de acontecimientos en los dos bandos, ese número se puede elevar a 16 en este mercado de fichajes.

En aquel primer curso, Simeone saludó a Pep Guardiola al enfrentarse al cuadro blaugrana y a Jose Mourinho en el lado blanco. Los dos estuvieron tres años en en el Camp Nou y el Santiago Bernabéu, respectivamente. Y desde entonces, nadie ha sido capaz de aguantar la presión, el ritmo y la exigencia que exigen los clubes de primer nivel.

La estabilidad de Simeone en el Atlético

Tras Guardiola, por el banquillo blaugrana han pasado Tito Vilanova, el 'Tata' Martino, Luis Enrique, Ernesto Valverde, Quique Setién y Ronald Koeman. El asturiano y el extremeño sí aguantaron más tiempo, pero en los últimos meses se ha precipitado el cambio de entrenador en el Camp Nou. En total, siete distintos que podrían ser ocho si se confirma el adiós del propio Koeman, cuyo futuro está en el aire.

Al otro lado de Madrid, más de lo mismo. Tras Mourinho llegó Carlo Ancelotti, a quien sucedió Rafa Benítez, Zinedine Zidane, Julen Lopetegui, Santiago Solari y, posteriormente, de nuevo Zidane. Seis entrenadores distintos que serán siete cuando se confirme al nuevo entrenador del Real Madrid y con hasta ocho cambios, pues el francés ha estado en dos etapas distintas.

Y mientras tanto, Simeone no se mueve del Atlético de Madrid. Cogió un equipo a la deriva y lo ha afianzado en la élite del fútbol español, ganando dos veces LaLiga Santander y logrando ocho títulos en sus nueve primeras temporadas. El curso que viene, un año más, seguirá sentándose en el Metropolitano con la confianza del trabajo bien hecho, aguantando la presión, cumpliendo y sobrepasando objetivos y siendo capaz de liderar los cambios de ciclo, que también se han producido.