El Barça se la quiere jugar al Atlético de Madrid con Morata y Gil Marín se ríe de Laporta
El FC Barcelona se la quiere jugar al Atlético de Madrid. Joan Laporta trabaja en la llegada de un delantero y Álvaro Morata es el gran deseo de Xavi Hernández. El caso es que el jugador, que juega en la Juventus en calidad de cedido, sigue perteneciendo al conjunto rojiblanco. Y en el Camp Nou, de manera sorprendente, proponen una operación que provoca risas en el Metropolitano.
Según informan los medios catalanes, el Barça quería en principio firmar a Morata en calidad de cedido hasta 2023. El caso es que el delantero acaba contrato con el Atlético en ese mismo verano de 2023. Es decir, la dirección deportiva blaugrana quería que Álvaro juegue cedido en el Camp Nou hasta que acabe su contrato con el equipo colchonero.
Una operación que, como es evidente, no contemplan de ninguna manera en el Metropolitano. ¿Cómo van a ceder a Morata hasta que acabe su contrato sin traspaso de por medio? Se entiende, en cualquier caso, que el Barcelona ofrecería una cantidad de dinero por cada año de cesión, pero aún así se antoja insuficiente para cuadrar las cuentas respecto a la llegada y la salida del jugador. De ahí que en el Camp Nou empiecen a valorar otras opciones para incorporarle.
Los números de la operación Morata
Por repasar, el madrileño lleva ya cuatro temporadas jugando en clubes a los que no pertenece. Primero lo hizo durante un año y medio en el Atlético en calidad de cedido, cuando pertenecía al Chelsea. El caso es que el Atlético ejecutó su compra obligatoria en verano de 2020 por 55 millones de euros... y ese mismo verano le cedió a la Juventus.
En Turín pagan 10 millones al año por cada temporada de cesión. A final del presente curso, tienen una opción de compra que alcanza los 35 millones de euros. Si se marchara a mitad de curso, el Barça tendría que pagar 5 millones por su cesión, pero la venta en verano rondaría los 40 millones de euros. Y en el Camp Nou, de manera inverosímil, quieren cerrarlo todo sin un traspaso y con una cesión hasta que acabe su contrato, algo que Miguel Ángel Gil Marín no está dispuesto a permitir. Como es evidente.