Simeone, frente a la 'tormenta'
Nada más cuatro victorias en sus últimos 13 partidos oficiales, cuatro de siete en LaLiga Santander, han dirigido al Atlético de Madrid y a Diego Simeone a una nueva tormenta, cuya dimensión crece con el paso de los partidos, entre reuniones, autocrítica, trabajo y dudas para sortear una crisis visible, rumbo al partido de este miércoles contra el RCD Mallorca de Javier Aguirre, invicto en sus últimos tres compromisos y a la espera del apurado conjunto rojiblanco.
A diez puntos de la cima de la clasificación del Barcelona al inicio de esta jornada, superado ya el primer tercio de la competición, el Atlético aún no es el que esperaba y prometía en la pretemporada, cuando confeccionó su plantilla y entró en funcionamiento en verano, en medio de una zozobra actual causada por la eliminación de la Liga de Campeones, Liga Europa incluida, y agitada por la derrota en Cádiz (3-2) y por el 1-1 contra diez del Espanyol.
Cierto es que su comportamiento y su puntuación a estas alturas del campeonato (24 puntos en la actualidad) se mueve más o menos por los mismos registros que en la seis campañas precedentes, con la única excepción de su último título de Liga (30 puntos en este momento del torneo), pero el fracaso europeo, sus vaivenes constantes, cada vez más pronunciados, y el ritmo de cabeza lo exponen a una situación límite que ha repetido más de una vez. Sin ir más lejos, el pasado febrero, con aquel 0-1 en casa contra el Levante.
Necesita ganar, reconfortarse y reivindicarse el Atlético...
Y Simeone, en sus horas más bajas en el banquillo del equipo rojiblanco, cada vez más en discusión entre sectores de la afición e incluso del club, en el debate de si se avecina o no el fin de un ciclo grandioso, dañado esta temporada por la fractura defensiva, con ocho goles en contra en los últimos cuatro choques; la falta de contundencia ofensiva -la justificación pública más extendida en el equipo-; la indefinición no sólo este curso, sino desde que fue campeón en 2020-21, y la caída que afecta a cada línea, al colectivo y a cada individualidad.
En ese ambiente, en esa inercia, el partido en Mallorca es decisivo para el Atlético, que acude a la cita sin Joao Félix, el único goleador en las últimas dos jornadas, entre su suplencia casi permanente en diez de sus últimos once choques oficiales, ni José María Giménez, los dos fuera del último partido antes de Qatar 2022 por cinco tarjetas amarillas.
Son las dos bajas del técnico argentino, que recupera a Saúl Ñíguez, sancionado contra el Espanyol, y quizá a Koke Resurrección, tras perderse los seis duelos más recientes de su equipo (sólo un triunfo) por una lesión muscular de la que ya ultima su recuperación, pero tiene la duda de Geoffrey Kondogbia, por unas molestias y cuya evolución condiciona el once en el compromiso de este miércoles.
En él aún no estará Koke (sí se prevé su entrada en la convocatoria), según los ensayos este martes de Simeone, que sostendrá la delantera formada por Antoine Griezmann y Álvaro Morata, autor sólo de dos goles en los últimos diez partidos. También seguirán en la alineación tanto Marcos Llorente como Yannick Carrasco, con Axel Witsel y Rodrigo de Paul en el medio, en el caso de que no esté disponible Kondogbia. Felipe Monteiro suplirá la baja de Giménez en la defensa, en la que continuarán Nahuel Molina, Stefan Savic y Reinildo Mandava.
🔛 La preparación del Mallorca-Atleti, en marcha pic.twitter.com/J2fuYnx3CK
— Atlético de Madrid (@Atleti) November 7, 2022
Enfrente, el Mallorca tiene un estado de ánimo antagónico. Su júbilo por la convincente victoria (0-2) ante el Villarreal contrasta con la depresión reinante en su rival.
El segundo y ultimo partido de suspensión para el entrenador mexicano Javier Aguirre y el defensa Pablo Maffeo, ambos expulsados ante el Espanyol y bajas frente al equipo del Cholo Simeone (a la que se une la del centrocampista Dani Rodríguez por acumulación de amonestaciones), sorprende a los bermellones en un momento óptimo.
Los 11 de los 16 puntos sumados a domicilio han reforzado la moral del conjunto balear, que se siente más seguro cuando juega como visitante que como local. En casa, los jugadores del 'Vasco' solo han ganado al Almería (1-0) tras las derrotas ante el Betis, el Barcelona y el Sevilla y los empates frente al Girona y el Espanyol.
Es probable que Aguirre -que sancionado seguirá siendo sustituido por Toni Amor en el banquillo- repita el once que ganó en el estadio Ciutat de València, con la excepción del sancionado Dani Rodríguez, a quien podría reemplazar Antonio Sánchez o el senegalés Amath Ndiayé.
El uruguayo Gio González, autor de dos asistencias con las que el kosovar Vedat Muriqi ha ampliado a siete su cuenta particular de goles, volverá a ocupar la banda derecha de la defensa, con Rajkovic en la portería, la habitual línea de tres centrales: Raíllo, que regresa tras su sanción, Valjent y Copete, y con Jaume Costa en el lateral izquierdo.
Baba y Ruiz de Galarreta son fijos en el centro del campo, al igual que el "Pirata" Muriqi arriba y Kang In Lee en funciones de mediapunta.
Quiero ver fuera a Simeone y que el resto se quiten la mascara y den la cara, porque seré el primero en ver a Joao en un genio, y lo celebraré. La defensa vuelva a ser férrea, genial. Si el ataque como la media que acierten y sean imparables. Pero quiero verlo. No quiero llevar razón o no, lo que quiero es que me den alegrías en el Metropolitano, que ya vale. Por desgracia esta pelicula a los atléticos ya la hemos vivido muchísimas veces. Creo que la gente del palco como la del vestuario salgan al campo y se quiten la careta a pecho descubierto y que no sea solo el Cholo el culpable y se lleve todos los tiros. Quiero ver a los de arriba reconstruyendo el equipo. Quiero ver a los jugadores que era culpa del sistema o del once titular. Porque ya, no hay más excusas.