⁠Una peña del Atlético en Cuba y cómo ser rojiblanco sin poder ver los partidos: "Gracias a Fernando Torres"

Estamos en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Allí atiende a ElDesmarque Paco, miembro de la 'Peña Atlético Pozuelo', la cual tiene más de 75 años de vigencia. Viene acompañado de Raydel Nuñez, de origen cubano que reside en España. Raydel es el fundador de la primera Peña del Atlético en La Habana. Se trata de la peña número 825 del Atlético de Madrid.

Atiende a ElDesmarque para contarnos su historia: por qué es aficionado del Atlético estando en La Habana, su ídolo desde la infancia, cómo fue la idea de fundar una Peña allí... Raydel esconde una historia que explica hasta qué punto uno puede llegar a sentir tanta pertenencia por un equipo.

Cómo ser aficionado del Atlético sin ver los partidos

Ver fútbol en Cuba es complicado, tal y como nos cuenta Raydel. Sin embargo él se hizo del Atlético por un jugador especial: "Estaba con unos amigos jugando a la videoconsola y me dijeron que jugase con el Atlético por Fernando Torres", expresa. Ahí comenzó un idilio que permanece hasta ahora. "Recortaba las noticias de la prensa española que nos llegaba. Recuerdo que en en una publicaba que Torres había rechazado ofertas de equipos grandes y me impactó". El delantero fue el motivo que le acercó a Raydel al Atlético.

Todo ello sin poder ver los partidos: "Los escuchaba en la radio alguna vez, los resúmenes en programas de televisión o por la prensa", pero en Cuba es complicado poder tener acceso a ver los partidos", admite.

En esta línea, confiesa una anécdota sobre cual fue su primera camiseta: "Tenían que verme que era del Atlético y no tenía dinero para comprarme una camiseta. Así que decidí tatuarme el escudo en la espalda. Cada vez que marcaba el Atlético me quitaba la camiseta", explica Raydel a ElDesmarque. 

De ahí hasta ser fundador de la Peña Atlética La Habana desde 2013. Los inicios fueron en reunirse para ver los partidos con amigos: "Al principio encontré a un chico que era del Atlético y con el tiempo fuimos más. Nos reuníamos siete u ocho para ver los partidos", explica. Es ahí cuando empieza a emerger una idea: "Queríamos ir más allá de ser seguidores, el Atlético forma parte de nuestra vida", reconoce.

"Me vieron en líder del grupo y ya empezamos a gestionar tener un local exclusivo para ver los partidos del Atlético", comenta. Una vez consolidado, faltaba la guinda del pastel: ser reconocida dentro del entramado de Peñas del Atlético. "En un viaje de la Directiva del Atlético a Cuba nos reunimos con ellos. Estaban sorprendidos porque conocía más cosas del club que ellos mismos. Me dijeron que no se habían encontrado algo igual nunca. Fue genuino", admite Raydel.

Es ahí cuando el club reconoció a la Peña Atlético de La Habana como la 825 en la historia de la entidad. "Desde entonces hemos conseguido que en La Habana haya más aficionados del Atlético, algo que no es fácil cuando la mayoría son del Real Madrid o Barcelona", subraya.

También reconoce que no es fácil ser del Atlético en Cuba: "Con todas las malas épocas que hemos tenido se reían de nosotros, pero yo no soy del Atlético por ganar títulos. Esos se celebran un día y ya. Lo soy porque entiendo cómo una forma de vivir", sentencia.

Ahora Raydel se encuentra en España por unos meses y tiene su segunda casa en la Peña Atlético Pozuelo y en Peña Bendita Locura, en la cual es Socio Honorífico. Puro sentimiento rojiblanco que escapa cualquier frontera. Raydel y el Atlético están hechos el uno para el otro.