20 años de la muerte de Jesús Gil: de Paulo Futre al descenso con cuatro títulos, 38 entrenadores y mucha polémica

Este martes, 14 de mayo, se cumplen 20 años del fallecimiento de Jesús Gil y Gil, quien presidió el Atlético de Madrid durante 16 años, de 1987 a 2003, con el histórico 'doblete' de la 1995-96 como punto máximo en una montaña rusa que incluyó el estrepitoso descenso a Segunda División, una intervención judicial del club, hasta 38 cambios de entrenador y la polémica que rodeó la personalista vorágine con la que gestionó el equipo madrileño.

Dirigió el Atlético del 27 de junio de 1987, cuando ganó las elecciones a la presidencia con Paulo Futre de la mano, al 28 de mayo de 2003, cuando dimitió de su cargo, sucedido en él por Enrique Cerezo, el actual presidente.

Paulo Futre fue el principio de todo. El fichaje del atacante campeón de la Copa de Europa con el Oporto, con una actuación espectacular ante el Bayern Múnich en el estadio Práter de Viena del 27 de mayo de 1987, fue decisivo frente a las tres candidaturas rivales en las elecciones a la presidencia para suceder a Vicente Calderón, fallecido en marzo de 1987.

Dos días antes de los comicios, Gil viajó a Milán para cambiar el curso de la historia del Atlético. Allí, el Oporto y Futre estaban concentrados. El entonces candidato a la presidencia acudió a su hotel, lo buscó, lo reconoció por el nombre inscrito en sus chanclas... Y lo fichó para el conjunto rojiblanco. Unas horas antes, el futbolista estaba convencido de que su destino era el Inter de Milán.

En el jet de vuelta a Madrid, Futre aún duda. Le pide un chalet con piscina y un Porsche. Gil se lo concede. Cinco horas después, Jesús Gil acude a la discoteca Jácara de la capital de España para presentar a su formidable baza electoral que lo hará el ganador de los comicios celebrados un día después, el 26 de junio de 1987. A las seis de la mañana del día 27 concluye el recuento: sus 6.219 votos lo hacen vencedor. Comienza su presidencia.

De la primera derrota de Jesús Gil a la Copa del 92

Derrotado en su primer partido, la final de la Copa del Rey ese mismo día contra la Real Sociedad en La Romareda (el partido se decidió en los penaltis tras el 2-2 final), inicia su primer proyecto para el curso 1987-88: primero prescinde de Luis Aragonés, ya campeón de una Liga, una Copa Intercontinental, dos Copas del Rey y una Supercopa de España en el banquillo rojiblanco, para fichar al argentino César Luis Menotti para liderar al equipo.

La exigencia para Menotti, protagonista de una memorable victoria por 0-4 aquella temporada en el Santiago Bernabéu, era ser campeón de Liga. A los 35 partidos después de su llegada, Jesús Gil lo destituyó tras una secuencia de resultados negativos -cinco encuentros sin ganar, con dos derrotas y tres empates- y la convicción de que aquel objetivo era ya imposible, por más que el equipo madrileño era tercero entonces en la clasificación.

Su sustituto, José Armando Ufarte, fue destituido en 18 días.

Son los tres primeros nombres de los 38 cambios de entrenador de la presidencia de Jesús Gil y Gil en el Atlético. Antonio Briones, José María Maguregui, Ron Atkinson, Colin Addison, Javier Clemente, Joaquín Peiró, Iselín Santos Ovejero, Tomislav Ivic, Omar Pastoriza, Cacho Heredia, Jair Pereira, Emilio Cruz, José Luis Romero, Jorge D'Alessandro, Pacho Maturana, Alfio Basile, Carlos Sánchez Aguiar, Radomir Antic, Arrigo Sacchi, Claudio Ranieri. Fernando Zambrano, Marcos Alonso, Jesús Cantarero y Luis Aragonés, de nuevo, pasaron por el banquillo rojiblanco.

El récord fue la temporada 1993-94, con hasta seis entrenadores (Jair Pereira, Heredia, Emilio Cruz, José Luis Romero, Ovejero y D'Alessandro). Apenas dos años después de estrenar su palmarés como presidente con dos Copas del Rey consecutivas: la de 1991, ganada al Mallorca por 1-0 en la prórroga, por medio de Alfredo Santaelena, y la de 1992, con Luis Aragonés como técnico y los goles de Bernd Schuster y Paulo Futre ante el Real Madrid (0-2), ambas en el estadio Santiago Bernabéu, la casa de su 'eterno' rival.

En 1992, el Atlético se transformó en una Sociedad Anónima Deportiva al borde del fin del plazo para evitar su descenso a Segunda División B, la actual Primera Federación, pero las supuestas irregularidades cometidas por Jesús Gil y Gil en esa conversión dieron origen a un proceso judicial.

La Audiencia Nacional abrió una investigación y consideró que Gil y Cerezo se hicieron con las mayoría de las acciones del Atlético (un 95%) sin desembolsar su importe, lo que motivó su condena por apropiación indebida en 2003. Sin embargo, ambos fueron absueltos posteriormente por el Tribunal Supremo por prescripción del delito.

El 'doblete' de 1995-96... y el descenso

Las causas judiciales y la polémica marcaron la etapa de Gil y Gil como presidente del Atlético, que prescindió de las categorías inferiores del club (Raúl González pasó entonces al Real Madrid para hacerse leyenda en ese equipo), despidió a jugadores como Juan Carlos Arteche, Quique Setién o Jesús Landáburu en su primer tiempo en el club, hizo declaraciones contra árbitros, jugadores, entrenadores, directivos y organismos ("Al negro le corto la cabeza", llegó a decir sobre el delantero Adolfo 'Tren Valencia') y propinó un puñetazo a José González Fidalgo, gerente del Compostela, a las puertas de la Liga.

Después de juguetear con el descenso tanto en 1993-94 como en 1994-95, su éxito más grande fue en 1995-96, con el 'doblete' de Liga y Copa del Rey, cuando apostó por Radomir Antic para el banquillo del Atlético.

Había conseguido la Liga, el anhelo de Jesús Gil, su objetivo desde que alcanzó la presidencia casi una década antes, entonces con Diego Simeone, actual entrenador, como centrocampista, en un fantástico equipo que completó el triunfo en la última jornada ante el Albacete (2-0), con goles del argentino y Francisco Narváez, 'Kiko'. Para la celebración, organizó una cabalgata por las calles de la capital de España.

Son los cuatro títulos de la era Jesús Gil en el Atlético, que no volvió a festejar ningún trofeo hasta 14 años después, con él ya fallecido.

La Liga Europa y la Supercopa continental de 2010 devolvieron al conjunto rojiblanco a la cima puntualmente con Quique Sánchez Flores, hasta la llegada de Diego Simeone, que recuperó la grandeza del club, con ocho títulos más.

La actual clasificación constante para la Liga de Campeones también fue esporádica en la era Jesús Gil y Gil. En una sola ocasión jugó el Atlético la Copa de Europa entre 1987 y 2003: en el curso 1996-97, con la eliminación en la prórroga contra el Ajax en el Vicente Calderón.

Nadie intuía entonces el declive inminente del Atlético, cuya culminación fue el descenso a Segunda División.

Impensable meses antes, fue un hecho el 7 de mayo de 2000, en una pésima temporada deportiva y entre la intervención judicial del club por orden del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que nombró a Luis Rubí administrador judicial y apartó a Jesús Gil de la presidencia, con las imágenes de la Guardia Civil en el Vicente Calderón en la mañana del 22 de diciembre de 1999, por supuestos delitos de estafa, apropiación indebida y fraude.

El descenso posterior es un golpetazo histórico para el Atlético. Pero la afición responde en Segunda División. Llena el estadio. Sale en auxilio de un equipo al que le costó dos años volver a la máxima categoría. Falló en el primero. No en el segundo, cuando Jesús Gil y Gil recurre a Luis Aragonés, clasificado para la Liga de Campeones con el Mallorca, para que acuda el rescate del equipo de su vida, al que devuelve a la élite para la campaña 2002-03.

Es la última temporada como presidente de Jesús Gil y Gil, fallecido un año después, el 14 de mayo de 2004, como consecuencia de un infarto cerebral, despedido por más de 20.000 seguidores en la capilla ardiente instalada en la sala de honor del estadio Vicente Calderón y cubierto con una bandera rojiblanca del Atlético de Madrid, del que fue presidente en 777 encuentros oficiales, con 363 victorias, 191 empates, 223 derrotas y cuatro títulos.