Quinta amarilla a Koke y doble amarilla a Saúl: la norma de la RFEF para la jornada 1 del próximo curso
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El capitán vio la cartulina justo antes del descanso
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Saúl acabó expulsado con doble amarilla en el 80' y el 91'
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El Atlético de Madrid cerró este sábado la temporada con un triunfo ante la Real Sociedad que no le mueve del cuarto puesto de la clasificación de LaLiga, pero sí le eleva hasta los 76 puntos. Un duelo en el que Samuel Lino y Reinildo Mandava fueron los goleadores y en el que Koke Resurrección vio su quinta amarilla del curso y Saúl Ñíguez acabó expulsado.
Koke vio la cartulina justo antes del descanso. El duelo andaba caliente después de que Sánchez Martínez hubiera enseñado otra tarjeta a Arthur Vermeeren. El capitán, poco después, protestó una acción. Y el colegiado empezó a disparar como si todavía hubiera algo en juego.
Se trata de la quinta amarilla de la temporada para Koke, pero la norma de la RFEF cambió hace cinco años. Y es que las sanciones por acumulación de tarjetas se borran de una temporada a otra. Es decir, que Koke sí podrá jugar la jornada 1 de la próxima temporada.
También se limpian las tarjetas acumuladas hasta la fecha, por lo que Nahuel Molina, Azpilicueta y Mario Hermoso, que estaban apercibidos antes del duelo en San Sebastián, dejan atrás sus tarjetas de manera definitiva.
Koke se limpia, pero Saúl no
La norma, por contra, sí sanciona a Saúl. Sánchez Martínez le enseñó una tarjeta bastante justa a los 80 minutos tras dejar el pie muy elevado ante Turrientes. El caso es que el colegiado le mostró el camino a vestuarios 10 minutos después, cuando apenas se sobrepasaba el minuto 90. Y en este caso, por una carga de espaldas en un contragolpe realista. Algo rigurosa, quizás, pero una tarjeta roja que propició su enfado mientras abandonaba el terreno de juego.
En su caso, la RFEF no admite discusiones: Saúl no podrá jugar la primera jornada de la próxima temporada... siempre y cuando siga en LaLiga. Las amarillas se limpian, pero las expulsiones no. En cualquier caso, el ilicitano no tiene garantizada su continuidad en el Atlético de Madrid y es uno de los señalados para marcharse, aunque tiene contrato hasta 2026. Si firmara en verano por otro club español, tampoco podría jugar esa primera jornada.