Rodrigo Riquelme estuvo cerca de dejar el fútbol con 18 años: "Recuperé la esencia con la llamada del primer equipo"

En las academias de los clubes, hay miles de jugadores que sueñan con triunfar en la primera plantilla. Pero la realidad es que la gran mayoría de ellos no llegan casi ni a entrenar con el equipo. Algunos salen cedidos o vendidos a otros clubes, mientras que otros acaban dejando el deporte. Y esto es lo que estuvo cerca de pasarle a Rodrigo Riquelme.

El canterano rojiblanco está viviendo su segunda temporada en el Atlético de Madrid, después de las cesiones en el Bournemouth, Mirandés y Girona. Tras varias campañas, por fin ha conseguido cumplir su sueño de trabajar bajo las órdenes de Diego Pablo Simeone.

Fue un camino muy largo hasta poder vestir la camiseta rojiblanca como jugador del primer equipo por el que pasó por diferentes altibajos. Riquelme, que estuvo en el canal de YouTube de Adri Contreras, ha contado algunos de los mejores y peores momentos de su carrera deportiva.

El día que Riquelme estuvo cerca de dejar el fútbol

Su MVP en Champions contra el Feyenoord durante la temporada pasada, el gol contra el Real Madrid en la prórroga de Copa del Rey... varios momentos que el centrocampista guarda en su retina con mucho cariñó. No obstante, cuando el influencer le preguntó acerca de su recuerdo más especial, Riquelme tiró más atrás en el tiempo.

"Yo venía de un año a nivel mental muy malo en mi último año de Juveniles. El entrenador que teníamos no era un buen tipo y te hablo como persona. No era muy buena persona y nos hizo mucho daño a algunos de los que estábamos en ese equipo. Yo quise dejar de jugar", confesó Rodrigo Riquelme junto a Adri Contreras.

El centrocampista se sentó junto a su padre para decirle que ya no se divertía jugando y no le merecía la pena seguir. Su padre, a quien definió como una persona con la mente fría, dijo "termina la temporada, disfruta de tus compañeros que son amigos tuyos, y cuando termine el curso llamo yo al club y le digo que no juegas más".

Pero a los pocos días, Riquelme recibió un mensaje que le cambió la vida. "Pedro Pablo, el delegado del primer equipo, me dijo que iba a hacer la pretemporada con ellos. El míster (Simeone) quería que estuviese con ellos".

Su padre le animó a disfrutar de compartir una pretemporada con sus ídolos, con la gente que ha visto desde que ha crecido. "Fueron pasando los días y volví a recuperar esa esencia del fútbol, de disfrutar, de estar con mis compañeros y sentirme importante y valorado", sentenció.