Se acerca el regalo
Una vez el comienzo del partido fue el deseado para cualquier cadista. Presión contra el rival, acoso a la meta visitante y gol. Al tercer corner que el equipo sacó en cuatro minutos llegó el gol de Navarrete, un golazo del chileno que aprovechaba el despeje de un defensa para controlar dentro del área, y sacarse un zurdazo que entró por toda la escuadra para poner el 1-0. A partir de ahí todos esperaban el segundo, pero la lesión de Fran Machado en un pase a Airam enfrió el partido. Entró en su lugar Villar pero el equipo se descompuso perdiendo el control y cayendo en las constantes pérdidas de balón. Parecía que en vez de un 4-4-2 jugaban un 4-2-4, con el equipo completamente roto.
Eso dio alas al Lealtad, que tuvo el empate en un lanzamiento de Pablo Espina que obligó a Ricky Alonso a emplearse a fondo para despejar a córner. Peláez poco después en un tiro manso a las manos del portero también intentó intimidar. La grada empezó a pitar y eso volvió a enganchar a los de Calderón, que acabaron marcando un gol que fue mal anulado por el colegiado, porque Migue García no estaba en fuera de juego en el pase de la muerte de Villar que tocó un defensa.
La grada esperaba la reanudación con ganas de reacción. Y la hubo. Al primer minuto una falta frontal sacada rasa por Josete para Airam, acabó con un tiro cruzado del canario que anotaba el 2-0. Por fin la estrategia surtía efecto en este inicio de curso, donde el balón parado había pasado completamente desapercibido. A partir de ahí sí se tranquilizó el juego controlando los amarillos, y los asturianos asistían sin demasiada oposición al paso de los minutos. Una diagonal de Kike López para Migue que tiró a puerta mereció el tercero. El Lealtad buscaba un fallo rival que casi encontró en Óscar Rubio que calculó mal un salto con Espina y este centro para que Piniella rematara y se despejara a córner.
La mayor atracción de los últimos minutos fue el debut del canterano José Mari, que nada más entrar tuvo una vaselina que se marchó fuera por poco. En el tiempo de descanso, ya sin peligro aparente, un córner sacado por Peláez se lo comió Ricky Alonso y el Piniella marcó 2-1, pero ya sin tiempo para reaccionar. El Cádiz cumplió su segundo trámite copero, y aguardará hasta el 15 de octubre para intentar superar la tercera eliminatoria.