Carranza también luchará contra la violencia en el fútbol
El incidente ocurrido en la penúltima jornada de Liga entre los aficionados ultras del Atlético de Madrid y del Deportivo de La Coruña que finalizaron con la muerte de un aficionado de los Riazor Blues ha provocado que los organismos principales del fútbol tomen consciencia y actúen contra cualquier forma de violencia en este deporte.
El Consejo Superior de Deportes, la Liga de Fútbol Profesional y la Real Federación Española de Fútbol se reunieron el pasado jueves para acordar una serie de medidas que entrarán en vigor a partir del 15 de diciembre y no sólo afectará a los estadios de Primera y Segunda División, aunque será en estos, evidentemente, sobre en los que más se ponga el foco.
Entre las medidas acordadas destacan el cierre parcial de los estadios, ya que se podrá clausurar algunos sectores dentro de los recintos donde se produzcan acciones contrarias a las conductas tipificadas en la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
Otra de las novedades de esta cumbre del fútbol es la retirada de puntos a clubes que permitan y no actúen contra la violencia en sus estadios, incluso podrían enfrentarse al descenso de categoría. Los equipos también se enfrentarían a sanciones por violencia verbal, ya que a los informadores arbitrales y a los coordinadores de seguridad, se sumará una figura creada por la LFP que asistirá a cada partido para recabar toda la información necesaria acerca de este asunto.
Los equipos también deberán regular la venta de entradas y controlar el desplazamiento de las aficiones.
Por su parte, la LFP reforzará, aún más, estas medidas para los equipos de Primera y Segunda División, con la figura de un director de seguridad de la Liga de Fútbol Profesional. El organismo creará una Unidad de Inteligencia de la LFP con la presencia del Director de Partidos de la LFP, a la par que una Comisión de Control y Seguimiento, entre otras reformas tecnológicas que se implementarán en los estadios de fútbol.
Todas estas medidas se aplicarán a partir del próximo 15 de diciembre y, aunque, se aplicarán en los estadios de Primera y Segunda División, aunque estadios como el Ramón de Carranza también tendrán que acogerse a una serie de normas, a pesar de que el Cádiz CF milite en Segunda División B. La RFEF, la organizadora de la Segunda División B española, también va a poner en marcha una serie de normas para luchar contra la violencia en los recintos deportivos. Los colegiados recogerán en el acta arbitral los insultos que desde su posición escuchen y se designará en cada estadio un informador arbitral que se encargará de recabar en un informe cualquier tipo de incidencia sobre violencia verbal que aprecie, al igual que harán los coordinadores de seguridad del recinto. Si se producen incidentes de este tipo, los informes serán remitidos al Consejo Superior de Deportes y la Comisión Antiviolencia, dependiente de este organismo estatal, la encargada de estudiarlos y proponer la sanción que corresponda según el hecho acaecido. Ésta puede llegar desde la prohibición de entrada y multa económica a un aficionado al descenso de categoría de un club.
El ariete hispano-hondureño del Cádiz CF, Jona Mejía, ha mostrado a través de su perfil en Twitter su impresión acerca de todos los momentos convulsos que vive el fútbol en la actualidad:
Madre mía la que se esta liando en el fútbol... Nse a donde vamos a llegar
— Jonathan Mejia (@Jonaaa9) diciembre 8, 2014