El Cádiz hace creer al cadismo con un golpe sobre la mesa
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Álvaro Cervera: "En un playoff no gana el mejor, sino el más efectivo"
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Vizcaíno: "Hemos hecho el partido que queríamos"
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Cifuentes: "La expulsión nos dio más calma"
Era una cuestión de fe y el Cádiz ha demostrado en Ferrol que con actitud y acierto todo es posible. El conjunto gaditano se ha impuesto por 1-2 y ha logrado el pase dando señales de que puede aspirar a mucho más de lo que ha dicho su Liga regular.
El Cádiz comenzó el encuentro llevando la iniciativa y demostrando una mayor decisión que su oponente. Triangulaba con cierta claridad y buscaba la movilidad de Álvaro y Salvi. Álvaro Cervera había apostado por Güiza y Fran Machado en el ataque y ambos se movían para incomodar al máximo a la zaga local.
Fran Machado desperdició una buena ocasión en el minuto ocho después de un buen centro de Salvi desde la derecha. Fue el aviso de lo que sucedió antes de que se cumpliera el minuto 10. Una buena recuperación en el centro del campo fue convertido en oro puro por David Sánchez, que dio un gran pase a Álvaro García, que marcó el 0-1 ganando la espalda de la defensa y anotando por bajo.
Hasta ese momento el Ferrol no había dado señales de vida, pero reaccionó rápidamente. Cifuentes tuvo que intervenir por partida doble a tiros de Joselu y de Borja. Tras un gran arranque, los amarillos tenían que aguantar el empuje del equipo de Tena.
Realmente los gallegos no inquietaban demasiado y se unía que el Cádiz tenía la actitud ideal para afrontar el partido y el acierto que faltó en muchos partidos de esta temporada. En el minuto 24 llegaría el segundo tanto en un remate de cabeza de Salvi en el segundo palo tras un excelente centro de Servando desde la izquierda. Las cosas no podían ponerse mejor.
Como no podía ser de otra manera, el Racing estaba muy tocado. Por pura inercia tenía la pelota y buscaba la portería de Cifuentes, pero con mucho corazón y muy poca cabeza. Cifuentes despejó en el minuto 32 un buen disparo de Pablo Rey desde la media luna del área, pero el equipo ferrolano no daba mucha sensación de peligro.
En los últimos minutos del primer tiempo al Cádiz no se le veía tan cómodo. La pelota le duraba poco y el Racing pisaba el área gaditana con demasiada facilidad. Un balón suelto acabó con un disparo fuera de Carlos, que había entrado en el minuto 33 por Iván Forte. Al descanso se llegaba con un 0-2 que lo dejaba casi todo decidido, salvo hecatombe.
El inicio de la segunda parte fue más apacible de lo esperado. Ese empuje previsible de los locales no llegó como se esperaba, pero el Cádiz ya no tenía la pelota en su poder como en el primer tiempo. David Sánchez ya no aparecía tanto y el equipo lo sufría. Y eso que el Racing sólo inquietaba en acciones aisladas, como un remate casi sin ángulo de Joselu.
Pero como el sino de este equipo es sufrir, el mejor delantero de los locales hacía el 1-2 en el minuto 66 en una acción que resolvía con calidad después de un balón rechazado dentro del área. Todavía tenía que meter dos el Racing para eliminar al Cádiz, pero inevitable que entraran los nervios en el cuadro amarillo.
Por suerte, a renglón seguido llegaba la expulsión de Víctor Vázquez por doble amarilla. El Racing tenía que buscar la machada con diez jugadores y estaba claro que ya sólo el propio Cádiz podía propiciar el desastre. Pasaban los minutos y el equipo de Tena lo intentaba a las bravas. No se veía ese equipo de la ida que tocaba con calidad. Todo eran balones en largo buscando a Joselu o al central Golo, que había salido para ponerse de delantero.
El Cádiz parecía bien posicionado y con oficio, pero ningún cadista podía ver el final del encuentro con tranquilidad porque un segundo gol ya sería temible. Abel Gómez firmó el único disparo amarillo en el minuto 78, pero fue a las manos de Mackay. Ya en el tramo final el Racing arriesgaba mucho y dejaba notar el gran desgaste físico que había sufrido. El Cádiz se aprovechaba teniendo más la pelota y disfrutando de alguna contra peligrosa, pero no llegaba el tercer tanto.
Daban cinco minutos de añadido y el equipo local ya parecía derrotado y hundido físicamente, pero nadie se podía fiar conociendo el historial de catastróficas desdichas del Cádiz. En este caso, sin embargo, no pasó nada digno de ser contado y se confirmó una clasificación que acerca un poco el sueño.