El Cádiz se da una alegría en plena tormenta
El Cádiz eliminó al Tenerife en la Copa del Rey gracias a un tanto de Manu Vallejo en el tramo final. Tras un mal primer tiempo, el equipo se recompuso y vuelve a sonreír en un partido marcado por la lesión de Servando.
Era un Cádiz con muchas caras nuevas y las cosas se podrían haber complicado mucho con una primera llegada del Tenerife en la que David Gil impidió el tanto de Nano. Y se pasó del posible 1-0 al 0-1 porque Romera adelantó a los amarillos a los cinco minutos con un gran remate de cabeza a un excelente centro de Edu Ramos.
El tanto le dio mucha moral a los amarillos y el equipo se permitió tocar con mucho criterio y confianza. Era importante que Lekic, que debutaba, hacía esa labor de bajar a recibir para permitir que el equipo fuera sumando efectivos sin tener que apostar por el pelotazo.
Un balón atrás sin sentido de Agra dejó solo a Nano delante de David Gil, pero su disparo se marchó fuera a los 10 minutos. Estaban pasando muchas cosas y eso era señal que se trataba de un partido copero. El Tenerife reaccionaba y ponía en aprietos a los de Cervera, que pasado el primer cuarto de hora ya había perdido el control.
El empate se veía venir porque el Cádiz concedía mucho atrás. Antes de que se anulara un gol de Nano por fuera de juego, David Gil le hizo una gran parada a Montañés en el minuto 20 en una remate cercano después de un buen centro de Suso, que hacía mucho daño por la banda de Brian Oliván.
Con el paso de los minutos el partido se fue enmarañando. Ya el Cádiz no tenía reparos en estar sin el balón, se replegaba bien y sólo le faltaba dar algún susto más a la contra para no recular en demasía. En ataque estaba muy impreciso y ningún jugador se mostró acertado a nivel individual en el primer tiempo.
Y se pudo ir con empate al descanso, pero tuvo suerte porque un remate de Naranjo con el tiempo ya cumplido se fue al palo después de que Gil desbaratara otra oportunidad de Nano Mesa. El Cádiz en el primer tiempo fue un equipo frágil en defensa.
A Cervera no le estaba gustando su equipo y del vestuario salió con Salvi y Vallejo en lugar de Agra y Lekic. Aunque de nuevo tuvo que intervenir Gil a una falta lanzada por Naranjo, la sensación es que el Cádiz se recomponía. De todas formas, se echaba de menos la participación de Álex y Perea, los jugadores mejor dotados para tener el balón.
El equipo se llevó un gran susto con la lesión de Servando y pareció que quiso dedicar al capitán lo que quedaba de partido y fue teniendo posesiones más largas y saliendo a la contra con peligro.
El partido se iba rompiendo porque el Tenerife se desordenaba con sus prisas por buscar el empate y eso debía beneficiar a los gaditanos, que daban mucha sensación de peligro cuando el balón llegaba a Vallejo, el futbolista en mejor forma con mucha diferencia. Todo lo contrario se veía en la otra banda, donde Salvi seguía sin ser él mismo.
Se llegaba al tramo final con el miedo de volver a recibir un gol en el tramo final. No estaba sufriendo en exceso, pero no estaba siendo capaz de hacer el segundo tanto y eso lo dejaba todo en el aire. Y llegó el empate con un remate acrobático de Carlos Ruiz en el minuto 87.
Parecía que el partido se encaminaba hacia la prórroga, pero hizo lo más complicado y se levantó. Fue hacia arriba con fe y en una combinación entre Romera y Vallejo el chiclanero marcó con un buen disparo. Era el premio a una buena segunda parte y una bonita manera de frenar los problemas y las lesiones de los últimos días.