Con la pólvora mojada
Llegó este verano con la vitola de jugador referencia para el ataque del Cádiz. Mario Barco se convirtió en la primera incorporación amarilla este verano, pero con el paso del tiempo y las jornadas el delantero aún no ha encontrado su sitio. Sigue sin estrenarse de cara a portería, pese a su incesante empeño en hacerlo. Queda mucho tiempo para cambiar el rumbo, pero necesita goles para aumentar su confianza.
Una confianza venida a menos con el paso de los encuentros. Ya son siete las jornadas disputadas, además de un partido en Copa, en los que Mario Barco ha tenido oportunidades, pero no las ha aprovechado. Disfruta de ocasiones, pelea de manera brutal en la parte de arriba y su empeño es total, pero continúa sin cumplir con la misión con la que llegó a la Tacita de Plata: Anotar goles.
Ya son más de 330 minutos los que acumula sobre el campo, más que el resto de delanteros del equipo. Ni Carrillo, ni Romera ni Lekic ha disfrutado de tanto tiempo, y entre todos ellos el único que los ha aprovechado es Romera, que acumula dos dianas.
Mario Barco parece tener la pólvora mojada. Algo que no le había pasado en otros equipos por los que ha pasado. En el Lugo es donde, quizá, su bagaje goleador fue mejor, pero consiguió marcar cinco dianas en 23 partidos y convertirse en la referencia del equipo en ataque. Buena parte de estos méritos le hicieron llegar a Cádiz.
Antes de firmar, fueron varios los equipos que se interesaron en sus servicios, como fueron Oviedo, Deportivo y Osasuna. De momento, todos ellos se hicieron los servicios de otros atacantes, que ya han demostrado su olfato en alguna que otra ocasión. Joselu acumula dos goles con el conjunto carbayón, Quique seis con el Dépor y Juan Villar otras dos dianas con el cuadro navarro.
La ansiedad puede estar creciendo para un jugador que vive de los goles y cuya sequía se acabará, a buen seguro, cuando consiga sacarse esa espinita del gol. Ante el Nàstic llega una nueva oportunidad.
Si su mejor bagaje es 5 dianas en 23 partidos, es que ni con la pólvora seca es un goleador.