Un impotente Cádiz no reacciona ante el Nástic
El partido contra el Nástic debía servir para que el Cádiz se reencontrara con la victoria para dar un salto en la tabla. Pero ni siquiera ponerse por delante le sirvió porque sólo en el primer tiempo dio señales de controlar el partido. Recibió el empate y volvió a ser ese equipo endeble y sin recursos ofensivos.
El Cádiz salió al campo mostrando la sensación de que sabía lo que había en juego. Estaba muy enchufado y los futbolistas se empleaban con la máxima intensidad y con mucha verticalidad en busca de la portería catalana. Un fantástico gol de Lekic no subió al marcador en el minuto 7 por un fuera de juego previo.
El equipo estaba volcado en ataque y aunque recibió un buen susto con un gol anulado al Nástic, estaba arrinconando a su oponente. En un saque de esquina se puso por delante después de que Ais Reig pitara penalti por agarrón de Djetei a Kecojevic. Álex Fernández lo lanzó y adelantó a los amarillos al filo del primer cuarto de hora.
El Cádiz se estaba comiendo a su oponente a base de una presión alta que le estaba posibilitando asfixiar su salida. En esos minutos el Nástic daba la impresión de estar notando mucho las bajas, pero cuando cruzaba el centro del campo creaba peligro por medio de Uche.
Los ataques cadistas con mayor criterio pasaban siempre por Aketxe y por Álex. El vasco puso a prueba a Becerra, portero del Nástic, con un lanzamiento marca de la casa en el minuto 25. Las amenazas amarillas llegaban por las bandas, pero también con los disparos del mediapunta.
Cuando el partido llegó a la media hora la cosa se igualó mucho. Tanto que logró empatar en una acción por la banda de Matos en la que Suárez se deshizo con facilidad de Edu Ramos, que estaba jugando de central, para marcar por bajo y establecer la igualada. A empezar de nuevo.
El gol le dio mucha confianza al equipo tarraconense, que empezó a tocar con fluidez. Al Cádiz se le veía frágil en defensa, como en el resto de la temporada. Era un partido muy abierto y las llegadas al área eran constantes. Álex Fernández pudo hacer el 2-1 antes del descanso, pero el balón se marchó fuera por poco.
La segunda parte comenzó con el mismo tono del final de la primera: mucha igualdad y la sensación de que el Nástic jugaba muy suelto cuando llegaba al área cadista. Cervera quiso revitalizar al equipo dando entrada a Jairo y Salvi. Quedaba media hora y había que meter una marcha más para conseguir los tres puntos.
El partido no estaba controlado. Podía caer un gol en cualquier portería, aunque el Cádiz había perdido la sensación de peligro del primer tiempo. Ya Akatxe se había desdibujado, como en partidos anteriores, y Álex no daba abasto para crear y destruir. Ya el Nástic sabía como cortocircuitar a los amarillos y sólo Jairo tenía chispa para hacer daño por la izquierda.
Cuando faltaba un cuarto de hora, el Cádiz tenía sobre el césped a dos delanteros, Barco y Lekic, pero llegaba muy poco. Ya no había el dinamismo del primer tiempo y sólo se podía esperar un gol en alguna acción aislada. Atacaba a base de colgar balones e inquietaba a Becerra, más por insistencia que por otra cosa. Y ahí pudo haber pitado otro penalti Ais Reig porque un remate de Barco impactó en el brazo de Cadamuro.
En los minutos finales remató alto Kecojevic a la salida de un córner y llegó en alguna ocasión el Nástic, como en un remate de Uche en el que pudo dar la puntilla a los locales. Un punto y gracias de un equipo que no levanta cabeza.
