El Cádiz CF no logró continuar su idilio con la victoria en Copa del Rey tras caer derrotado ante el RCD Espanyol por la mínima. Tras unas semanas donde todo eran buenas noticias alrededor del equipo, llegó el momento de cortar la racha. Sin embargo, incluso en la derrota se pueden sacar conclusiones positivas.
Con el formato actual de Copa, los equipos de LaLiga 1|2|3 son conscientes de las pocas posibilidades que tienen de sacar provecho del torneo y prueba de ello es que, a pesar de ganar en el partido de ida, Álvaro Cervera optó por los jugadores menos habituales en el partido de vuelta.
Por ello, perder por la mínima y plantar cara hasta el último minuto fue algo excepcional para el equipo, más allá de la derrota. De esta manera, la ronda de dieciseisavos ante el Espanyol ha servido para confirmar lo que muchos cadistas sospechaban, el Cádiz tiene una gran plantilla y un gran fondo de armario.
En la portería, David Gil fue el protagonista del partido. La actuación del exportero del filial fue un aviso para todos. Hay portero para el futuro. Si el Cádiz tuvo opciones de pasar de ronda fue, en parte, por las numerosas intervenciones del meta cadista.
En la zaga reapareció Ivan Kecojevic. Un jugador que ha sido vital en el equipo y que, tras la irrupción de Sergio Sánchez, ha salido del once en las últimas semanas. Es un todo un lujo para el banquillo cadista y ayer volvió a mostrar su fiabilidad atrás junto a Marcos Mauro.
En los laterales, Matos y Carmona sufrieron por el gran nivel de las internadas rivales, pero ambos dieron la talla y no se arrugaron ante la dificultad del partido. Al igual que Karim Azamoum y Edu Ramos, que siempre que juegan demuestran que son capaces de sostener al equipo en una zona tan importante para el conjunto de Cervera. Pocos equipos de Segunda se pueden dar este lujo.
Los jugadores que tuvieron más difícil demostrar su valía fueron los atacantes, sobre todo en a segunda mitad, con el Espanyol avasallando a la zaga cadista. Sin embargo, el Cádiz tuvo varias oportunidades y Akexte, Agra y Perea generaron varias ocasiones de gol que no fueron aprovechadas por Carrillo, que corrió como nadie pero no tuvo acierto de cara a gol.
Una de las pocas malas noticias para el Cádiz fue la aparición efímera de Mario Barco. No porque jugase mal, sino porque apenas duró seis minutos por una lesión muscular. Era una oportunidad de oro para volver a demostrar por qué fue titular en los primeros compases de Liga y será difícil encontrar otra oportunidad en las próximas semanas con el once definido que ha encontrado el Cervera en Liga.