Romera pone la séptima con una obra de arte
El Cádiz suma y sigue. En este caso el héroe fue Dani Romera, que llevaba mucho tiempo sin intervenir, con un golazo que le dio otros tres puntos a un equipo que sufrió mucho ante un rival que exigió al máximo. Cifuentes evitó el 0-1 en más de una ocasión y el almeriense puso la guinda.
Desde el principio el partido fue justo lo que todos imaginaban, con el Rayo Majadahonda teniendo el balón y el Cádiz queriendo robar para sorprender a su rival. Y los madrileños fueron los primeros que dieron el susto en una acción en la que Toni Martínez se quedó delante de Cifuentes, pero el albaceteño desvió el balón con el pie y evitó el 0-1.
Todavía no se había cumplido el primer cuarto de hora y el equipo visitante parecía mejor colocado y con más ganas de pisar el área del rival. Las bajas de Salvi y Jairo se estaban notando, pero lo que más le fastidiaba a Cervera era que el Cádiz estaba desajustado por el medio porque el Rayo tenía superioridad y hacía daño con la presencia de Fede Varela.
El equipo de Antonio Iriondo no estaba echando de menos a Aitor García, pero el Cádiz era un equipo asimétrico con Álex en la izquierda y Agra en la derecha, aunque en algunos momentos Manu Vallejo caía a la banda zurda para no forzar a Álex en acciones de extremo puro. Y el madrileño pudo adelantar a los amarillos en una acción del chiclanero. El balón le quedó suelto para rematar desde dentro del área, pero su disparo con la izquierda se marchó alto en el minuto 20.
Tras un inicio muy inquietante por el dominio y la ocasión del Rayo, el Cádiz se recompuso. Primero porque afinó defensivamente para no estar tan expuesto y después porque encontró el modo de crear peligro. De nuevo fue Álex el protagonista en una jugada en la que el portero impidió el gol, aunque el madrileño podría haber dado el pase atrás a Lekic, que estaba solo en boca de gol. Ya en el tramo final del primer tiempo era el Cádiz el que estaba más cómodo y quedaba el fastidio de no haber aprovechado alguna de las ocasiones creadas.
El peligro del Rayo reapareció nada más empezar la segunda parte. De nuevo Cifuentes impidió con el pie el remate de Toni Martínez en el área pequeña. El partido volvía a abrirse y ahí los de Iriondo tenían las de ganar. Aitor Ruibal tuvo otra ocasión clara en el minuto 51 en un contragolpe, pero Brian Oliván se cruzó de manera providencial.
El equipo lo estaba pasando mal y el partido se paró por una lesión de Cifuentes. Cervera aprovechó para sacar del campo a Agra y Lekic y meter a Romera y Carrillo. Eso le dio otro aire al Cádiz, que tenía ahora a Álex en la derecha y Vallejo en la izquierda. Y el cambio dio resultado porque el almeriense firmó una jugada de lujo con una arrancada desde el medio del campo que concluyó con un remate de calidad que puso por delante a su equipo en el minuto 75 tras una combinación con Manu Vallejo.
El partido había dado un giro porque en el inicio de la segunda parte estaba más cerca de perderlo y a falta de pocos minutos se veía por delante en el marcador. El Rayo amenazó hasta el final del partido, que se prolongaba en tiempo más de lo que habrían querido todos los cadistas por el tiempo que estuvo siendo atendido Cifuentes.
Al equipo se le veía nervioso y algo cansado en el tramo final y se produjeron algunas pérdidas que le dieron opciones al Rayo de llegar al área amarilla. Romera y Carrillo tuvieron el segundo a la contra, pero el balón del almeriense se encontró con el palo y el sufrimiento se prolongó casi 100 minutos. Por suerte, al final llegó otra explosión de júbilo.