El pasado domingo, en el duelo del Cádiz CF ante el CA Osasuna, el defensa amarillo Rober Correa vio una cartulina amarilla en la recta final del tiempo reglamentario. Dicha tarjeta podría darle un susto al lateral de Badajoz.
La infracción de Correa sobre Fran Mérida provocó que el extremeño viese una tarjeta gualda, que supone la cuarta en su cuenta individual. Esto implica que el lateral se vea obligado a andar con cuidado para no ser amonestado en el partido ante el Granada CF de este viernes porque, en caso de recibir una nueva amarilla, se perdería por sanción el siguiente choque frente al Almería en el estadio de los Juegos del Mediterráneo.
Correa, uno de los imprescindibles de Álvaro Cervera en la defensa, acumula ya 1.599 minutos en LaLiga 1|2|3, sólo por detrás de Manu Vallejo y Alberto Cifuentes en la lista de los más usados por el técnico cadista. Ha ido ganando peso en el vestuario y sobre el césped y su ausencia obligada podría alterar los planes del entrenador del Cádiz. El extremeño es el único futbolista amarillo que jugará contra el Granada apercibido de sanción.
Este miércoles, Rober Correa ha sido el encargado de comparecer ante los medios de comunicación tras el entrenamiento del Cádiz en El Rosal. El pacense ha analizado la derrota ante Osasuna y el partido de este viernes frente al Granada y la actitud con la que el equipo debe afrontar ambos.
Pero también ha tenido tiempo para hablar sobre su posible renovación de contrato con el Cádiz. La relación contractual finaliza en junio de este 2019, pero Correa ha dejado muy claro que quiere continuar en la disciplina cadista. Sin embargo, recalcaba que el club y él todavía no se han sentado a negociar.
"Ahí está Oscar -Arias- y el presidente que son los que deben decidir. Si viene la renovación pues estaré muy feliz y, si no, me dolerá el corazón pero el fútbol sigue y seguiré hacia delante", señalaba el lateral.