El cordial saludo entre Oltra y Cervera
El Cádiz logró su segunda victoria consecutiva en la visita del Tenerife al Ramón de Carranza. Un encuentro que, en sus instantes previos, nos dejó una curiosa imagen: el cordial saludo entre Álvaro Cervera y José Luis Oltra. Este último aseguró en la previa del partido que la relación entre ambos, que en su día fue de amistad, era prácticamente inexistente en la actualidad.
"No voy a hablar de temas personales en ningún momento. Con Álvaro he tenido una relación casi de hermanos y ahora es nula o inexistente pero sí que mantengo un respeto máximo hacia él. Lo he valorado como entrenador porque lo siento así, creo que es muy buen técnico. Que esté enfadado no significa que tenga más ganas de ganar este sábado al Cádiz, yo quiero vencer porque el Tenerife necesita sumar los tres puntos y me gustaría darle una alegría a la afición. Aquí no juega Álvaro contra José Luis, ni quiero ganar por derrotar a Cervera, lo que hay es un partido entre el Tenerife y el Cádiz. Al final mi trato con Cervera no es bueno pero no voy a hablar de ello porque es un tema personal y no hay que darle más vueltas", explicó Oltra en la previa.
Justo antes de que el colegiado del encuentro, Vicandi Garrido, señalase el inicio del mismo. El propio Oltra, tal como le correspondía al ser el técnico que ejercía de visitante, se acercó al banquillo del Cádiz para saludar a su homónimo cadista, Cervera. Ambos se fundieron en un escueto abrazo, el cual, fue idea del preparador amarillo. Así lo aseguró este al término del encuentro.
"Es un tema personal. Antes del partido le comenté que si le apetecía darme un abrazo y lo hizo. Nada más", señaló Cervera. Cuestionado por el mismo tema, Oltra no quiso volver a hablar del tema y evitó la pregunta, como hiciera en la previa del partido, cuando desgranó los entresijos de su relación con Cervera, la cual ha dado un giro radical en los últimos años.
La historia viene de lejos. Hace un tiempo, ambos eran íntimos amigos, pero el tiempo y las circunstancias han acabado con tal amistad, hasta el punto de que ya no se puede hablar de que haya relación alguna.