Cádiz, tenemos un problema
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El Cádiz saltó al césped de Riazor con la personalidad de las grandes tardes. Parecía concentrado en defensa y el juego se desarrollaba en el campo del Deportivo, que se metía atrás para no darle espacios.
El conjunto gallego salía con defensa de cinco y una gran acumulación de gente por el centro, por lo que el Cádiz tenía la consigna de entrar por fuera. Cervera había dado entrada a Nano Mesa por la derecha en el habitual puesto de Alejo cuando Salvi está ausente.
En los primeros compases entraba mucho Espino por la izquierda llegando desde atrás. Por la derecha era Nano el que más intervenía y dando la sensación de estar con mucha frescura y verticalidad. Los locales esperaban atrás sin complejos para salir a la contra y estaba prohibido fallar pases en el centro del campo.
El primer remate intencionado fue de Garrido, que cabeceó fuera en el minuto 16 tras un centro de Perea. Parecía que el Cádiz estaba mejor en el primer cuarto de hora, pero con el paso de los minutos era el Deportivo el que se iba encontrando más cómodo. Aketxe tuvo una falta en el minuto 26, pero el balón se marchó fuera.
El equipo no presionaba arriba con la intensidad requerida por Cervera y en ataque no había aparecido Perea en la primera media hora. Llegaba más por la derecha, pero Iza Carcelén no ponía buenos centros en las ocasiones en las que aparecía por esa zona.
Era un partido muy cerrado en el que las acciones individuales no aparecían. El Deportivo había estudiado muy bien al Cádiz y no le dejaba maniobrar, aunque tampoco ponía en apuros a Cifuentes.
En el inicio de la segunda parte salía el Cádiz con Nano jugando más arriba junto a Lozano, mientras que Álex caía a la derecha. La iniciativa era del Deportivo y cuando el equipo gaditano la robaba su rival siempre estaba bien armado y replegando con velocidad.
El balón le duraba muy poco al Cádiz y la sensación de peligro era de los locales. En el minuto 65 Gaku recibió sin presión alguna, combinó con Sabin Merino y adelantó al Deportivo. Al Cádiz le costaba mucho llegar y ahora tenía que hacerlo estando por debajo en el marcador.
Ver para creer. El Deportivo, en descenso, estaba con más confianza que el Cádiz, todavía líder. A base de insistir estaba metiendo al Deportivo en su área, pero a falta de 20 minutos para el final no había puesto a prueba al cancerbero deportivista.
Acumulaba mucha gente arriba, pero al final no había efectivos dentro del área y el Deportivo vivía tranquilo antes los constantes centros de Alejo. El Cádiz pedía penalti por unas posibles manos tras un cabezazo de Rhyner en un tramo final donde la posesión no daba paso a ocasiones para empatar.
Otro ejercicio de impotencia del Cádiz en un partido donde no fue capaz de crear oportunidades y donde recibió un gol que es inadmisible para un equipo de Cervera.