Álvaro Silva, exjugador del Cádiz CF que también jugó en varias etapas en el Xerez CD, cumplimenta su enésima aventura en el extranjero, ahora en el BG Pathum United de Tailandia. El defensor, a sus 35 años, atiende a ElDesmarque desde la concentración de su equipo -de pretemporada pese a que el campeonato está suspendido hasta el 18 de abril- al norte del país asiático, a unas seis horas de la capital Bangkok, mientras su pareja e hijos pasan las horas recluidos en casa por el coronavirus. "El dueño del club tiene un resort en plena montaña y nos ha traído aquí, no quiere correr riesgos", contesta desde las dudas y la evidente intranquilidad, reflejando la situación en Tailandia y las diferencias con lo que se vive en España (ver vídeo).
"Dentro de lo que cabe no estoy mal, pero tengo a mi mujer y los niños en Bangkok encerrados y la situación es un poco difícil. Nos hemos tirado alrededor de un mes o mes y medio con 40 infectados, en teoría. No sabemos si era verdad o no. Lo que aquí publicaban era eso", cuenta el ex del Cádiz y Xerez, detallando el cambio radical de cifras: "Ahora van por 400, han empezado a tomar medidas. Han cerrado los colegios, también la vida nocturna, bares o discotecas, y la semana que viene habrán más restricciones".
Ve desde la lejanía que en España todo "se ha ido de las manos" y asegura que en Tailandia la gente es "más consciente". "Desde hace un mes notas que la gente te habla de lejos, son más miedicas que nosotros", indica un Álvaro Silva que recibió una visita más corta de lo habitual de sus hermanos: "A los 15 días tuvieron que cambiar el vuelo y volverse, no sabían si iban a cerrar los aeropuertos, ha sido una locura. Han visto peleas en los aeropuertos de gente que lleva cuatro o cinco días queriendo volver a sus países. Mi hermano me ha enviado vídeos de 100 personas peleándose en los aeropuertos y la policía mediando".
"A nosotros nos gustaría seguir aquí (en el resort en el que realizan la pretemporada) si nos podemos traer a la familia. Si la liga se pospone más tiempo no sé si nos quedaremos en Bangkok o volveremos aquí, vivimos el día a día. No tenemos ni idea de lo que va a pasar".