El pasado miércoles, un jarro de agua fría caía sobre el cadismo. La pequeña Aitana, víctima de un fallo ventricular en el cerebro, fallecía y las gradas del estadio Ramón de Carranza perdían a una de las seguidoras más fieles del Cádiz CF. Ahora, su padre Francisco ha querido dar las gracias por los gestos de cariño recibidos estos días. Esta aficionada y apasionada del conjunto amarillo, siempre con una sonrisa en la cara, fue recordada con cariño por Dani Güiza, Marcos Mauro y el propio club.
En la misiva, que reproducimos íntegra a continuación, Francisco deja claro que los colores azul y amarillo siempre tiñeron el corazón de su hija. Confiesa además que, antes de irse, Aitana cumplió uno de sus sueños: ver ascender al Cádiz a LaLiga SmartBank. Y espera que, allá donde esté, pueda ver el definitivo ascenso del equipo de su alma a LaLiga Santander.
Mi nombre es Francisco, y esta es una carta que nunca me hubiera gustado escribir. Mi hija Aitana tenía varias pasiones en la vida, una de ellas era el Cádiz, y sí, cumplió su sueño de ver el ascenso de su equipo a Segunda. Allá donde hoy esté, estoy seguro que celebrará como entonces cuando el equipo lo logre a Primera.
Ella se nos ha ido, pero su corazón estará siempre aquí, con nosotros, con sus colores amarillo y azul, de los que presumía orgullosa.
Sólo quiero dedicaros estas líneas para daros las gracias. Mi familia y yo, sólo podemos tener palabras de agradecimiento con el Cádiz y con los cadistas. Aitana, allá donde está, segundo viéndonos y sonriendo, estaría orgullosa.