El Álvaro Giménez que todos quieren ver: el Pichichi ya está aquí
El Cádiz CF salvó un punto en las postrimerías del partido ante el Rayo Vallecano merced a un gol de Álvaro Jiménez a falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario. Un tanto que permite distanciar en dos puntos al Real Zaragoza, el máximo rival de los cadistas en la lucha por el liderato de LaLiga SmartBank. Y que también supuso el estreno goleador del delantero ilicitano con la elástica amarilla.
"Estoy contento por el gol y, sobre todo, por el punto", aseguraba Álvaro Giménez al término del encuentro. Cinco partidos han tenido que pasar para que el de Elche anotara su primer tanto como jugador del Cádiz. Varios encuentros y muchos meses, principalmente por la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus, que ni mucho menos llevaron al cadismo a perder la confianza en un goleador que la pasada campaña se proclamó Pichichi de Segunda tras anotar una veintena de goles con la UD Almería.
Contento por el punto y por haber ayudado al equipo con mi primer gol en el club. ¡Seguimos! ⚽💪🏼 #VamosCadiz 💛💙 #LaLiga
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Happy for the point and for helping the team with my goal 💪🏻⚽️💛💙 pic.twitter.com/c0JGd01ENs— Alvaro Gimenez (@alvarogimenez1) June 15, 2020
Su gran campaña en los Juegos del Mediterráneo le valió para que el Birmingham City pagará el millón y medio de su cláusula de rescisión contra la voluntad de Turki Al Sheikh, el jeque que preside el Almería, y Darío Drudi, uno de sus hombres de confianza. El motivo era claro: Álvaro Giménez las metía de todos los colores, de dos en dos y hasta de tres en tres. Pero en Inglaterra no le fue todo lo bien que esperaba y ahora intenta recuperar su mejor nivel en Cádiz.
Una conexión letal con Alejo
"Hemos creado mucho peligro en los últimos 15 minutos con Iván Alejo. Le dimos el balón porque sabíamos que el lateral estaba cansado", explicaba Álvaro Giménez al término del partido. Y es que la entrada del pucelano fue clave para lograr el empate. Es la primera vez que ambos se asocian, pero en Carranza ya se frotan las manos con lo que está por venir.
