Las notas definitivas de la plantilla: el Cádiz 20/21, a examen

El Cádiz CF ha firmado una gran temporada y ha logrado la salvación en LaLiga Santander. Partiendo de eso se puede hablar de una campaña exitosa, pero en el rendimiento de la plantilla hay luces y sombras. Jugadores que han cumplido o que han mejorado las expectativas y otros que se han quedado lejos de lo que se esperaba de ellos. Aquí están las calificaciones de los futbolistas que han terminado la temporada:

Conan Ledesma (7): Llegó para ser el portero titular del equipo y su rendimiento ha respondido a lo que se esperaba. Algunos errores generaron dudas puntuales, pero se ha ganado que el club ejerza la opción de compra.

David Gil (6): Siempre que le toca jugar lo hace con profesionalidad y con acierto. Nada que reprochar al madrileño.

Iza Carcelén (7): Ha demostrado que es un jugador de Primera. Comenzó la temporada por debajo de su nivel, pero después se fue entonando y se ha hecho dueño del latera diestro.

Akapo (6): Ha aprovechado los oportunidades que ha tenido y se puede hablar de una buena aportación. Su gol en la última jornada compensa momentos duros por una inoportuna lesión.

Alcalá (4): No ha respondido a la confianza del club. Inseguro en muchos momentos de la temporada, lo más probable es que no continúe.

Cala (7): Debía ser un jugador diferencial por su experiencia en la máxima categoría y así ha sido. Ha superado un momento personal duro en el tramo final y seguirá siendo clave.

Fali (8): Una de las sorpresas más agradables de la temporada. No estaba claro cómo iba a responder a las exigencias de esta categoría y ha sido un titán.

Marcos Mauro (6): Buen papel del argentino, que también asegura unas buenas prestaciones cuando le toca jugar. Muy importante su gol contra el Valencia.

Espino (7): No tenía competencia en su puesto y eso no le llevó a la relajación. Ha sido clave para darle a la defensa el tono agresivo que necesitaba.

José Mari (8): Sólo las lesiones han podido frenar al roteño. Si en LaLiga SmartBank era el faro del equipo, en LaLiga Santander no ha sido menos.

Jens Jonsson (8): Un desconocido que ha pasado a ser un indiscutible. El danés ha sido clave desde el primer día y ha encajado perfectamente en lo que necesita el equipo. Fichajazo.

Garrido (4): No ha tenido muchos minutos y su continuidad está en el aire. Su gran trayectoria en el club merece un trato especial.

Augusto Fernández (4): El club ha agradecido su aportación en el vestuario, pero deportivamente no ha respondido a lo que se esperaba de un jugador de su currículum.

Álex Fernández (7): No ha podido ser el jugador desequilibrante de la pasada campaña, pero sigue aportando cosas muy interesantes en un equipo que necesita calidad.

Alberto Perea (7): Se ha sabido poner el mono de trabajo y eso, unido a su talento, le hace tener un sitio seguro en la plantilla.

Pombo (4): Su buen inicio se ha visto empañado por una segunda parte de la temporada en la que parecía desconectado.

Salvi (7): El sanluqueño soñaba con jugar en Primera con el Cádiz y ha estado a la altura de lo que se espera de él. El sueño continuará.

Iván Alejo (7): Ha ido de menos a más. Estuvo a punto de salir en enero, pero ha sabido trabajar en silencio y ha terminado siendo un candidato a la titularidad con buenas actuaciones.

Jairo (5): El canario ha jugado en varias posiciones y lo ha dado todo para corresponder a la confianza de Cervera. El equipo debe crecer en su posición.

Malbasic (4): Cervera ha sorprendido dándole bastantes oportunidades. En algunos momentos cumplió, pero en otros se vio que tiene un techo en esta categoría.

Lozano (7): No ha hecho muchos goles, pero su trabajo ha sido bueno. Merece seguir porque es un delantero fiable.

Negredo (8): Un lujo verlo vestido de amarillo. Goles, asistencias y la sensación constante de ser todavía un delantero de primer nivel.

Rubén Sobrino (7): Un fichaje de enero que se ha ganado un sitio por su trabajo. El club debe hacer lo posible para que llegue en propiedad.

Saponjic (4): Llegó para ser una alternativa interesante en el ataque, pero no ha terminado de romper.