Víctor Ormazábal jugó en el Cádiz CF en las temporadas 2008/09 y 2009/10. Fue un jugador importante en el ascenso a LaLiga SmartBank y después pasó más inadvertido en la segunda campaña. Venía cedido por el Pontevedra y el argentino destacaba por ser un centrocampista versátil que podía ayudar en varias posiciones, aunque su rendimiento fue de más a menos cuando le tocó jugar en la categoría de plata.
Se puede considerar un trotamundos del fútbol y ha vivido situaciones insólitas hasta llegar al momento actual. Ahora es panadero y ha optado por esta profesión después de haber estado en activo durante casi dos décadas.
"Trabajo en una panadería. Hace un par de años que dejé de jugar y nos fuimos acostumbrando a este trabajo. Es una sociedad que tengo con mi cuñado. Atiendo a los clientes y también, cuando es necesario, echo una mano en la producción", explica en Infobae.
Estando en el Maccabi Haifa tuvo que pasar por una situación límite: "Yo vivía en Haifa, el norte del país. Israel estaba en guerra. Un día me tuve que meter en el búnker de mi casa por los avisos de bombas que sonaban en la ciudad".
También pasó por el fútbol de Irak y los sobresaltos continuaron: "Cuando llegué a Irak, explotó el tema de la guerra. Eso hizo que estuviera un par de meses y me volviera a mi país. Me quería volver y tenía miedo por la guerra. Para ellos es algo natural y normal. Veía por televisión que estaba entrando el ISIS a la ciudad y matando gente. Cuando ingresaron los del Estado Islámico a la ciudad buscaban matarte, organizar un atentado u obligarte a ingresar al grupo terrorista. A los primeros que agarraban siempre eran a los extranjeros".