La magia de Sobrino tiñe de amarillo el Día de Reyes
Los cadistas cierran el Día de Reyes marchándose a la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Salir del descenso tras una semana de muchísimo ruido es todo un regalo para un Cádiz CF necesitado de alegrías y puntos en LaLiga Santander. Rubén Sobrino puso la magia en la victoria ante el Valencia CF, construida a través de un gran partido colectivo amarillo.
El inicio del encuentro en Mestalla se retrasó diez minutos por un nuevo problema en la grada, triste hecho que ya se vivió en el Nuevo Mirandilla. Con el pitido inicial del trencilla se disipaba la primera incógnita del once que puso en liza Sergio González: Álex acompañaría en ataque al 'Choco' y sería Sobrino quien ocupase la banda derecha amarilla. El equipo gaditano le cedía el balón al Valencia con el claro objetivo de robar en zonas peligrosas a través de la presión alta.
Un plan ejecutado a la perfección en Mestalla
Aunque el gran momento cadista del primer acto no llegaría desde el colectivo y sí de una grandísima individualidad. Rubén Sobrino agarró el balón en campo propio, se lo pegó a la bota e inició un eslalon maravilloso ante el que los jugadores valencianistas no pudieron hacer nada. El de Daimiel no contento con eso, levantó la cabeza cuando pisó el área ché, vio la llegada de Rubén Alcaraz y éste definió de primeras para inaugurar el marcador de Mestalla. Golazo del Cádiz.
El gol llegó en el minuto 9, quedaba un mundo por delante y los de Gattuso comenzaron a buscar la portería de un Ledesma un tanto dubitativo en los primeros compases del choque. No obstante, lo cierto es que el Cádiz no se mostró incómodo con este guion de partido en el primer acto. Las llegadas locales de peligro se contaron con los dedos de una mano gracias al buen y conjunto bloque amarillo que propuso Sergio en el templo valencianista.
El 'Choco' Lozano quiso emular a Sobrino, y tras una buena conexión entre el 'Pacha' Espino y Ocampo, apunto estuvo de subir el segundo tanto al luminoso al filo del descanso. Los futbolistas del Cádiz se marchaban a vestuarios tras cuajar una gran primera mitad tras una semana de mucho ruido.
Exhibición de personalidad para sellar el triunfo
El entrenador local era consciente de que estaba perdiendo la batalla táctica e introdujo varios cambios al descanso para tratar de revertir lo acontecido sobre el verde. Esto no alteró el plan de partido del Cádiz y continuó haciéndose fuerte por dentro con un doble pivote formado por Fede y Alcaraz que rindió a un nivel muy alto.
Si por juego no podía, el Valencia tenía claro que tenía que apelar a la intensidad. El partido fue trabándose y comenzaron a aparecer las cartulinas amarillas. Mestalla se encendía, pero los amarillos seguían trenzando contraataques peligrosos en busca del tanto de la tranquilidad.
En el minuto 70 de partido llegó la primera intervención de mérito de Conan Ledesma. El plástico portero argentino, casi inédito hasta entonces, negó el empate a Gayà. Los locales asediaron con más ímpetu que acierto, los de Sergio González resistieron y el Cádiz se brindó un regalo muy necesario en uno de los días más especiales del año.