Guardiola dispara el fortín del Mirandilla
Tres puntos de oro para seguir aspirando a lograr la permanencia. Ya son 25 en el zurrón de un Cádiz CF que no tuvo una buena actuación tan lúcida como contra sus últimos rivales en casa, pero que supo superar a un contrincante muy fuerte. Sergi Guardiola marcó un gol con el que se puede seguir soñando.
El Cádiz saltó al campo con un once con la novedad de Sobrino en lugar de Ocampo. Y el sustituto del uruguayo fue de los más entonados en un arranque de partido donde a los de Sergio les faltaba la fluidez de otros partidos en casa. No presionaba tan arriba como contra el Girona y le costaba más recuperar el balón.
Era un partido muy táctico en el que no pasó nada en el primer cuarto de hora. Ninguno de los dos conseguía descifrar el entramado defensivo del otro, aunque era el Cádiz quien merodeaba más el área rival.
En comparación con los encuentros recientes ante el Mallorca y el Girona, el Rayo estaba siendo un rival mucho más exigente. Tenía el balón, no dejaba huecos y se le veía con una gran seguridad en su plan. Camello hacía daño entre líneas y el Cádiz tenía que extremar la precaución defensiva.
En el primer tiempo la ocasión más clara fue de los visitantes, con un disparo de Camello al filo del descanso que dio un gran susto a los cadistas. También De Tomás se encontró con un balón franco antes del descanso, pero su disparo se fue arriba. Una gris primera mitad del Cádiz.
En un partido tan trabado cualquier ocasión era oro puro y por eso fue una pena la ocasión fallada por Guardiola en el minuto 57. Con un gran regate se quedó solo, pero su disparo le salió muy centrado. Eran momentos de achuchar a la portería rayista.
El Rayo empezó a ver que estaba siendo superado y empezó a usar el otro fútbol, con constantes simulaciones para parar el ritmo del partido. Sergio hacía cambios para recuperar la actividad metiendo a San Emeterio y al Choco Lozano. Quedaban 20 minutos y estaba todo en el aire.
La cosa se puso muy bien cuando Sergi Guardiola adelantó al Cádiz al aprovechar un balón suelto. Ahora había que aguantar el cuarto de hora que quedaba por delante
El Rayo tomó la iniciativa en ese momento y metió a los gaditanos en su área, pero fueron capaces de resistir hasta el final, incluso superando el inconcebible tiempo de prolongación concedido por el árbitro.