David Gil brinda el Carranza a un Cádiz sin brillo y con dudas (1-1)
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La edición 69 del histórico Trofeo Carranza no será recordada por lo visto sobre el verde. Cádiz y Lecce disputaron un choque muy trabado y con poco espectáculo ante un Nuevo Mirandilla con mucho color amarillo en las gradas. Los de Sergio González se llevaron el gato al agua gracias a su acierto desde los once metros y un heroico David Gil.
Los primeros compases del encuentro estuvieron marcados por el control amarillo. Los de Sergio González se hicieron dueños de la posesión, aunque sin sacar ventaja de ella. Chris Ramos avisó con un tímido y desviado disparo en la primera ocasión del trofeo. Los italianos, cómodos sin la pelota, sí fueron más certeros y asestaron el primer golpe con un contragolpe por banda izquierda que finalizó a la perfección Almqvist. Tocaba remar.
El ritmo del partido no subía y un Cádiz muy pasivo se mostraba incapaz de hacer daño al Lecce. La sala de máquinas cadista no aparecía. Darwin Machis lo intentaba desde el costado, pero la producción amarilla era escasa.
A falta de fútbol... el partido comenzó a calentarse a base de entradas a destiempo. Con balón, la primera mitad fue bastante espesa y casi soporífera para los muchos presentes en las gradas del Nuevo Mirandilla. Hasta que apareció Roger Martí. El delantero del Cádiz igualó el marcador con una genialidad. Roger elevó el balón por encima del portero italiano y protagonizó, de largo, la mejor acción del encuentro.
La segunda mitad arrancó sin muchos cambios en el plan de partido de ambos conjuntos. Sí se pudo ver en acción al hombre que ha copado la actualidad amarilla en las últimas semanas. Conan Ledesma evitó el segundo tanto visitante con una brillante estirada muy aplaudida por todo el estadio. La afición es consciente del nivel del guardameta argentino, y de que sin él, los objetivos quedarían un poco más lejos.
Mejor plantado sobre el verde, pero sin generar en exceso. Los locales no daban con la tecla y veían como el Lecce insistía por los costados protagonizando llegadas con peligro.
El cuadro italiano arrinconó al Cádiz en la recta final del choque. La falta de acierto visitante y las continuas interrupciones mandaron a la tanda de penaltis una edición del Trofeo Ramón Carranza que no pasará a la historia por el espectáculo ofrecido. Desde los once metros, los gaditanos estarían más acertados que su rival y se alzarían con su trofeo. David Gil fue el héroe de la tanda de penaltis. Tiempo para corregir errores, que lo serio ya asoma.