Chris Ramos, a corazón abierto: "Todos los futbolistas son de un equipo y yo soy del Cádiz"

Pasan los meses y para Chris Ramos sigue siendo especial ponerse la camiseta de su equipo de toda la vida. Nunca es un día más en la oficina para el que tenía de ídolo de niño a Lucas Lobos y que soñaba con jugar algún día en el Cádiz. En el reportaje concedido a ElDesmarque profundiza sobre esa sensación.

"Desde el primer día que pisé el Carranza como jugador del Cádiz en mi presentación o al bajar la cuesta del estadio y ver el recibimiento, se me ponen los vellos de punta. Yo siempre he sido un delantero luchador, pero aquí tengo un plus más. Cuando estoy cansado o se me están subiendo los gemelos, veo a la gente animarme o escucho los cánticos en el estadio y eso te da una adrenalina y en otros equipos no pasa. Todo futbolista es de un equipo desde pequeño y yo tengo la suerte de estar en Primera División y en el equipo de mi vida", señala.

Sentado en un banco de su plazoleta, recuerda lo que sentía de pequeño. "He visto a los niños jugando donde era nuestro campo de fútbol, de farola a pared y de pared a farola. Cada dos por tres se nos iba la pelota al garaje de aquí fuera o a la carretera y tenían que salir algunas de nuestras madres o los abuelos. Son muchos recuerdos y aquí estaba jugando desde las cuatro de la tarde hasta que ya no había más luz porque apagaban las farolas. A veces me castigaban sin venir pero yo hablaba con mis abuelos y me escapaba", recuerda entre risas.

Entre Lobos y Estoyanoff

"Cuando el Cádiz estaba en Primera el ídolo era Lucas Lobos. Con su calidad todos queríamos ser Lucas Lobos o Estoyanoff. Han sido muchos los jugadores que nos hemos imagido querer ser", comenta.

Ahora se prepara para medirse al Real Madrid y sabe que el cadismo ayudará al máximo, a pesar del enfado por el último partido: "La afición cadista, cuanto peor están las cosas, más te anima. Estará a la altura como siempre para conseguir la victoria".