Injusta derrota de Suecia, por juego y arbitraje, el combinado nórdico fue el único equipo en Toulouse que quiso proponer algo de fútbol, pero se estrelló ante una de las defensas más veteranas y experimentadas del mundo, la formada por Barzagli, Bonnuci y Chiellini.

 
Guidetti salió como titular, jugó 85 minutos en los que Suecia tuvo el balón, pero no las ocasiones, de hecho hasta la salida del celeste apenas hubo, ni para los suecos ni para los italianos. En ese momento el partido registraba un total de nueve disparos entre las dos selecciones, sólo uno a puerta el cabezazo de Parolo al larguero en el 81 tras internada de Florenzi y centro de Candreva.
La primera mitad fue un castigo para el aficionado, Italia, consciente de que un punto le valía tras la victoria ante Bélgica se dedicó a esperar en su campo en busca de un fallo de los de Hamrén. Suecia tenía la posesión pero era incapaz de generar algo con el balón en los píes. Guidetti apenas dispuso de 2-3 balones en esos 45 minutos iniciales por lo que se centró en labores de presión, algo que desarrolló a la perfección durante todo el encuentro. La única ocasión, y es muy optimista llamarle así, de los suecos fue un disparo de Guidetti desde 30 metros que se fue al anfiteatro del Estadio de Toulouse.
La segunda parte fue un calco de la primera, Suecia quería pero no podía, mientras que 'La Azurra' especulaba más y más con el resultado, los italianos se han convertido en un bloque imbatible desde que Conte asumió el cargo de seleccionador hace ya dos años, pero su efectividad es incluso menor a su feismo futbolístico y falta de calidad. De nuevo Guidetti fue protagonista de otra ocasión para Suecia, recibe en la frontal del área y de un sutil toque habilita a Durmaz para que la mande rasa y desviada sobre el palo izquierdo de Buffon.

Hamrén comete un error que ya tuvo Berizzo

Con el 0-0 e Italia satisfecha por el empate, el seleccionador sueco comete un error que ya conoce la parroquía viguesa, sustituir a Guidetti. El delantero no tuvo incidencia en ataque, al igual que Ibrahimovic, pero sin embargo su labor en la presión impedía que los trasalpinos sacasen con criterio la pelota. Entró Marcus Berg y la presión desapareció. Los de Conte lo aprovecharon y en una rápida jugada tras saque de banda Eder recibió el balón, encaró puerta y batió por el palo largo a un Isaksson que nada pudo hacer. 
Bienvenidos al Catenacccio del siglo XXI, debieron pensar los aficionados suecos presentes en el partido, pero para redondear la tarde Italia tiró de más artimañas para que no se jugasen ni 30 segundos del descuento en el que Granqvist fue objeto de un clamoroso penalti que Viktor Kassai decidió que se convirtiese en una falta en ataque para estupor de los suecos. Italia ya está en octavos, Suecia necesitará una victoria ante Bélgica y con ella ni siquiera tendrían el 100% del pase en el bolsillo.