Melero López desquició con su arbitraje al Celta

La actuación del colegiado andaluz, Melero López, será difícil de olvidar para el Celta. El árbitro cometió errores de bulto en contra de los dos equipos, pero en el duelo de fallos los celestes salieron claramente perjudicados. La decisión que más indigna al celtismo es la tarjeta roja que no mostró a Roberto Soldado en el minuto seis del encuentro por una entrada que solo se puede calificar como salvaje a Marcelo Díaz.

 
Una acción que podría haber cambiado de forma radical el encuentro en el caso de que Melero López hubiese expulsado a Soldado, autor a la postre del tanto de la victoria del Villarreal. Para desgracia del Celta no el único error de bulto del colegiado andaluz que se comió, ya en la segunda mitad, un derribo de Roberto Soriano a Hugo Mallo. La acción no ofrece dudas, es un penalti claro con el que los vigueses podrían haber empatado el partido.
El Celta reclamó otro penalti por mano de Víctor Ruiz a disparo de Beauvue, pero en este caso la acción deja muchas dudas, la mano es clara, pero es imposible para el defensor apartar el brazo del remate del antillano por lo que se puede entender que Melero López no señalase la pena máxima, algo que sí le ha sucedido al Celta en otros partidos por manos similares. Tampoco supo conducir un encuentro donde los futbolistas de Escribá perdieron todo el tiempo posible a pesar de las amarillas mostradas por esas incesantes pérdidas.
Por último, cuando el encuentro estaba a punto de concluir se comió un penalti por mano de Roncaglia. El defensor se ayuda del brazo para librarse de Sansone, un error claro que deja en entredicho el nivel de un árbitro que en su concurso de errores perjudicó más al Celta.