Mallo y Aspas devuelven al Celta a su techo europeo

Tuvieron que ser ellos: el capitán y el máximo goleador. Uno de los jugadores más en forma del Celta y el hombre franquicia. El Celta no especuló con el resultado de la ida y buscó el gol desde el comienzo del choque. Terminó encontrándolo al comienzo de la segunda parte, después de unos primeros 45 minutos en el que ambos lo intentaron, aunque sin mucho éxito.  Hugo Mallo apareció para anotar el primer gol y Aspas ofreció una vaselina marca de la casa para certificar el pase a cuartos.

Desde el minuto uno tanto Celta como Krasnodar dejaron claro que querían marcar el ritmo del partido a través del balón. Los rusos intentaban practicar un fútbol más vertical, más rápido y dinámico intentando convertir el choque en un correcalles muy físico. Mientras, los de Berizzo esperaban tener el esférico para poder conducirlo de manera segura y tranquila hasta la zona de peligro. Durante la primera parte hubo momentos de dominio para los dos, aunque sin claras ocasiones de gol. 
Tras los primeros minutos de tanteo, el primero en intentar golpear fue el Krasnodar, que se aprovechaba de que al Celta la posesión no le duraba más de tres pases seguidos. Wanderson fue el primero en probar a Sergio al filo del minuto diez de encuentro, pero fue especialmente tímido y el Gato de Catoira lo atajó en dos tiempos. Tras el primer susto ruso, llegarían los mejores momentos del Celta.
El equipo vigués dio un paso adelante y empezó a jugar en campo ruso, del que era incapaz de salir el equipo local. Fueron en estos instantes cuando llegarían las dos grandes primeras ocasiones del Celta. La primera la tuvo Pione, con un disparo potente desde dentro del área, muy escorado a la izquierda en la que el guardameta Sinitsin tuvo que poner la punta de los dedos para que el balón no entrara rozando el larguero.
Guidetti tuvo la otra gran ocasión del cuadro celeste en la primera parte, se plantó solo dentro del área pero remató muy flojo con la derecha y el guardameta no tuvo excesivos problemas. Los gallegos siguieron teniendo el balón hasta bien entrada la primera parte, pero si no plantearon más problemas a los rusos era porque fallaba el pase final entre el tridente celeste formado por Aspas, Guidetti y Pione Sisto.
El Krasnodar retomó fuerzas y volvió a imponerse en el encuentro. Sergio tuvo que meter los puños para evitar el 1-0 en un remate de falta de Pereyra con mucho efecto pero que fue por el centro de la portería. A partir de ese momento, el Celta vivió unos quince minutos de asedio en los que se encontró incómodo y en la que regresaron las imprecisiones a la hora de mover el balón. En esta dinámica Martynovich probó al de Catoira desde fuera del área y Claesson estuvo a punto de tirar a puerta desde dentro del área, pero Hugo Mallo taponó el remate.
El descanso llegó poco después de la última llegada del Krasnodar, en la que Gazinski taponó el disparo de su compañero Petrov. Tras el paso por vestuarios, el cuadro ruso salió decidido a mandar con la introducción de Mamaev en el choque y con un Gazinski intentando sorprender desde lejos. Pero justo en ese momento apareció el mejor Celta.
El equipo celeste pudo enarbolar su primera jugada en todo el partido y encontró el gol. Guidetti sirvió el balón desde la izquierda por abajo, Wass la dejó pasar y Aspas disparó desde el punto de penalti. El disparo del de Moaña lo taponó la defensa y tras un mal despeje, el esférico acabó en los pies de Hugo Mallo que con el interior anotaba el 0-1 y casi certificaba el pase del Celta a cuartos. El Krasnodar pasaba a necesitar dos goles para, al menos, igualar la eliminatoria.
El equipo ruso se volcó al ataque en busca de un gol rápido que le devolviese a la eliminatoria, mientras que el Celta se contagió de las prisas locales y empezó a cerrarse más de la cuenta en su campo. Sin embargo, tras unos minutos, el Celta mostró su mejor cara y con mucha seriedad empezó a defenderse con el balón en los pies. Moviéndolo sin hacer grandes riesgos pero sin desechar la posibilidad de matar el encuentro con el segundo tanto, especialmente a través de Pione y Guidetti.
A Shalimov no le gustaba la dinámica del partido y agotó los cambios en el 69, mientras que Berizzo todavía no había realizado ni un solo recambio. Al Krasnodar le sintió especialmente bien la entrada de Laborde, que a los dos minutos de entrar generó dos llegadas con peligro al área de Sergio. Pero el tiempo empezó a pasar, el Krasnodar perdió la intensidad ofensiva y ahí apareció Iago Aspas.
El Celta enarboló un ataque rápidamente. Guidetti recibió el balón, vio a Aspas solo y le pasó el balón. El de Moaña recibió el esférico solo y sentenció la eliminatoria con una vaselina marca de la casa que dejaba el encuentro sentenciado a falta de diez minutos. Por si todavía quedaban dudas, Kaboré dejó al equipo con diez en el 85 al ver la segunda amarilla y condenaba a su equipo a la derrota.
Sergio dejó sin el gol de la honra a los rusos con dos grandes intervenciones en el añadido. El Celta vuelve a unos cuartos de final europeos 16 años después, una ronda que nunca ha podido superar. En 2017 volverá a tener una nueva oportunidad de alcanzar las semifinales por primera vez en su vida.
 

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