Mouriño: "Caballero quiere controlar el Celta"

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, fue muy crítico con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en una extensa entrevista concedida a Faro de Vigo. El máximo mandatario celeste le acusa de intentar dictaminar las decisiones del club, especialmente en este momento clave, en el que el Celta ha anunciado la intención de irse de Vigo. "Caballero es un gran político, controla mucho. El quiere ser el presidente del Celta, el quiere controlar el Celta y nosotros decimos que nadie nos puede controlar. No se puede mover nadie que él no controle y el Celta se está escapando de su control. Entonces fuerza para que no se vaya".

Mouriño reconoce que sigue manteniendo una buena relación con el edil vigués en lo personal y reconoce que el Concello "defiende sus intereses", pero todo esto no le ha impedido de acusarle de intentar coaccionar al Celta con el asunto relacionado a la explotación de los bajos de Balaídos, recién reformados. "¿Dónde está nuestro bar, nuestra tienda? Ahora nos dicen que no nos pueden entregar las llaves hasta que tengamos la concesión administrativa. O sea, que o tragamos lo que nos dicen o no nos van a dar las llaves para hacer la tienda y el bar que ya estaban antes de la obra. Si el alcalde, que habla tanto de legalidad, no nos da las llaves ahora ¿es por qué no estábamos legales antes? ¿y no se actuó? Eso parece una coacción dura y fuerte", afirmó el presidente del Celta.
Sobre el proyecto del nuevo estadio fuera de Vigo, Mouriño señaló que la decisión es "muy firme" y que Mos es el principal candidato dadas sus comunicaciones. "Creo que lo que hemos pensado va a ser bueno para Vigo, para la comarca y para ese Área Metropolitana que antes se ensalzaba, pero que si el Celta se instala en ella condenamos", explicó. También negó que esta decisión sea para sacar más rendimiento en una futura venta: "¿Yo me voy a embarcar en un proyecto a seis o siete años para después venderlo? ¿Lo voy a hacer cuando hace solo unos meses me daban 93 millones de euros? Vamos, se cae por sí mismo".
A su parecer, el cambio de ubicación tampoco debería de afectar en exceso a los aficionados. "Ahora la gente invierte dos horas para aparcar. En el extrarradio, con buenas condiciones, en quince minutos llegas a tu aparcamiento. Y bajas del coche y posiblemente puedas subir a tu asiento en un ascensor. Así se ayuda a la gente joven y a la mayor. No queremos ningún lujo en el estadio, pero sí algo funcional", explicó Mouriño sobre las hipotéticas futuras ventajas que tendría el nuevo estadio.
Además, sobre la reforma de Balaídos, Mouriño recordó sus quejas habituales sobre los recortes en la obra de Tribuna y los desperfectos que, bajo su perspectiva, no han sido arreglados con la obra. También recordó que el club todavía no tiene constancia de cómo se va a reformar la grada de Río. "Desde el 28 de febrero le preguntamos cuál va a ser la obra de Río y no nos han contestado, aún no sabemos la actuación que se va a hacer. Cómo vamos a admitir una concesión de un estadio en las condiciones que está y en las que lo van a dejar. Todos los años hay inundaciones y ese problema no se corrigió. Hay una diferencia entre la gran obra que se anunció y que nosotros aplaudimos en su momento y la obra que se está haciendo", lamentó.
En lo deportivo, explicó que la renovación de Berizzo "depende de él lo que quiera hacer, no tanto de nosotros" y que tiene en mente que los jugadores cedidos en otros equipos como Álex, Costas o Madinda "serían jugadores que podrían reforzar ese equipo en Segunda si no encuentran hueco en el primer equipo" en caso de que el filial consiguiera el ascenso.