El estadio Gran Canaria: un campo maldito para el Celta

El Celta visitará este lunes a Las Palmas en el estadio Gran Canaria, uno de los templos vedados para los vigueses que no saborean un triunfo desde mayo de 2001, cuando un tanto, en propia meta de Álvaro, permitió a los de Víctor Fernández llevarse los tres puntos de las Islas Canarias. Un triunfo forjado en el antiguo estadio Insular, porque en el Gran Canaria, inaugurado en el año 2003, el Celta no sabe lo que es vencer.

 
Diez partidos consecutivos, 16 años sin conocer el sabor de la victoria, así ha regresado de cada visita a Las Palmas de Gran Canaria, diez encuentros en los que solo ha logrado sumar tres empates, el último la pasada temporada. Con Berizzo al frente del equipo, los vigueses sumaron un punto gracias a un espectacular duelo goleador que acabó con tres tantos por equipo.
Un 3-3 que dolió en el seno del equipo ya que en el minuto 21 de la primera mitad la victoria parecía asegurada con el tanto de Daniel Wass y el doblete de Iago Aspas. La expulsión, por doble cartulina, de Sergi Gómez al que se le pitó un dudoso penalti tiró a la basura esa ventaja. Viera ponía el 2-3 y Boateng anotaba el tercero de Las Palmas ante un Celta que aguantó el empate hasta el pitido final.
Los otros dos empates logrados fueron sendos 1-1 en el 2009, gracias a un gol de Toni y en el 2011 con un tanto de Javi Guerrero. Las otras siete visitas, posteriores al 26 de mayo de 2001 se saldan con derrota. 19 goles en contra en diez choques, entre Liga y Copa, por los diez que sumó el Celta. El resumen de un campo y una ciudad malditos para los intereses vigueses en este siglo XXI.