¿Delantera de Champions?, ¿defensa de Segunda?

Los partidos que disputa el Celta se han convertido en un festival de goles, a favor y en contra. Ver a los de Unzué marcar es algo habitual, en todos los choques han sumado al menos un gol. Pero también se ha convertido en una rutina verles encajar, salvo Alavés y Éibar, el resto de rivales han conseguido perforar la meta viguesa. La delantera parece digna de un equipo de Liga de Campeones y su defensa de un equipo de la zona baja de la tabla, pero ¿es así?.

 
Con 18 goles a favor, la efectividad del ataque celeste está fuera de toda duda, es el cuarto equipo de toda Primera que más tantos anota, solo por detrás del Barcelona, Real Sociedad y Valencia. Supera en tres tantos al Real Madrid y en cinco al Atlético. Maxi Gómez, con 6 tantos, Aspas, con 3, Pione Sisto, con otros tres y Emre Mor, que se ha estrenado en el estadio Gran Canaria conforman una delantera letal, en la que solo falta por estrenarse Guidetti.
Las buenas sensaciones que muestra el Celta en su parcela ofensiva se desmoronan en la parte trasera del equipo, en estas ocho jornadas los de Unzué han encajado 13 tantos, seis equipos han recibido más tantos, y salvo Real Sociedad y Betis, todos de la cola de la clasificación. Unos números que no parecen tan malos sin analizar el calendario.
Al Celta le queda por enfrentarse en esta primera vuelta al Real Madrid, Barcelona, Atlético, Valencia, Villarreal, Athletic y Sevilla, equipos que, teóricamente, tienes mayor potencial que los vigueses. Si conjuntos como el Girona, Las Palmas, Espanyol o Betis han conseguido marcar al menos dos tantos ante el Celta, ¿Se puede esperar que se mejoren estos datos ante los 'cocos' de Primera?
Individualmente no se puede afirmar que los defensas del Celta tengan un nivel bajo, Mallo y Jonny son dos laterales de nivel a la altura de equipos de mayor presupuesto. Cabral, Sergi Gómez, Roncaglia y Fontàs, siendo inferiores al nivel de la delantera, tampoco son unos centrales peores a los que pueden presentar muchos de los aspirantes a Europa League.
Los errores individuales han lastrado al equipo, fallos en las coberturas, en la entrega de balón, despistes por falta de concentración o de intensidad, como sucedió en el estadio Gran Canaria. A los que se suma una defensa muy adelantada en muchos tramos de los encuentros, que penaliza la falta de velocidad de los centrales. Son aspectos a mejorar, detalles que se deben entrenar para no conceder tantos goles. Si el Celta es capaz de mejorar en su parcela defensiva podrá pelear por Europa gracias a la dinamita que atesora arriba.
Es un trabajo largo, arduo, que no da frutos inmediatos, un trabajo que se debe realizar con la ayuda de todo el equipo, desde los extremos ayudando a los laterales a los medios cubriendo a los centrales. El Celta ya ha desterrado la obsesión de sacar todos los balones jugados en corto, algo que costó goles, la salida es más equilibrada, con balones en corto y en largo. Ahora toca trabajar en el enorme espacio que se deja detrás de los centrales y seguir entrenando los balones por alto, donde se sigue sufriendo. 
La delantera del Celta si es de Champions, o como mínimo de Europa Leguea, la defensa no tiene ese nivel, pero tampoco es, hombre a hombre de Segunda. El sistema defensivo ha lastrado más al equipo, con la suma de errores infantiles, que la falta de pericia de sus hombres.