La triste balada del 'Turco'
La triste balada del 'Turco' quizás su última canción en el Celta, un equipo que sigue desnortado en liga, ya son seis las jornadas sin ganar, y que cada día se parece más a un exquisito cadáver de apetitosas individualidades con un nulo trabajo colectivo detrás. El 0-1 rompe un 2018 sin derrotas en Balaídos ante una afición enfrentada con su directiva y que no siente el mínimo aprecio por su entrenador, al que ha vuelto a silbar sin contemplaciones.
Si el celtismo no las tiene todas consigo en el minuto dos Sergio Álvarez se confió, tras la cesión de Roncaglia, para casi perder la pelota dentro del área pequeña, propiciando los primeros silbidos de una afición nerviosa y expectante con los suyos.
Un gélido Balaídos, con una Grada de Animación vacía y con las peñas de Marcador en silencio permitían escuchar las indicaciones de dos técnicos que buscaban tener la posesión de la pelota. Dominio alterno en un primer cuarto de hora con tímidas ocasiones para Calleri, Boufal y Cabral, este último tras un saque de esquina botado por Brais Méndez.
Era el mosense el que tiraba del Celta en los siguientes minutos, donde los de Mohamed, lograban encadenar varias jugadas bien trenzadas que no llegaron a encontrar los tres palos de la meta defendida por Pacheco.
El 0-1, en las botas de Manu
Respondía el Deportivo Alavés al dominio local con una contra perfectamente desplegada por sus atacantes y conducida por Jony. El extremo izquierdo obligó a la zaga celeste a replegarse demasiados metros lo que posibilitó su pase a Manu García que llegaba en segunda oleada. Su disparo, de primeras, se marchó rozando el palo diestro de Sergio.
Llegaba el minuto 27, los aficionados de la Grada de Animación entraban a Balaídos bajo el unánime aplauso del celtismo congregado en Balaídos. Bajo el grito de "nos somos o celtismo" y "Tebas vete ya" las peñas situaban sus pancartas en el muro de Marcador y Balaídos volvía a rugir tras media hora de denuncia en forma de silencio.
Pacheco atrapaba sin problemas el remate de Aspas, muy centrado antes de que Mallo volviese al terreno de juego tras sentir unas molestias en su pierna izquierda. El reloj avanzaba sus manillas hasta el 38, cuando Dennis Eckert gozó de la mejor ocasión del partido.
Eckert perdona el 1-0
El delantero hispano alemán recibió el esférico en el área pequeña, su control defectuoso impidió un pronto remate por lo que Laguardia fue capaz de birlarle el balón para decepción de la afición presente. Pero el duelo estaba predestinado a terminar en tablas al descanso. El Celta mejoraba su paupérrima imagen de los últimos encuentros pero no lograba perforar la meta de Pacheco en los primeros 45 minutos donde el celtismo acaparó el foco de atención.
Iago por partida doble
La continuación arrancaba con tibieza, de nuevo ambos equipos buscaban asentarse en el campo antes de intentar propinar los primeros goles. Era Aspas, de falta directa, el que obligaba a Pacheco a realizar una gran estiraba abajo de su palo izquierdo.
El Alavés se hacía con el rechace y lanzaba una peligrosa contra que abortaba Aspas cerca del área celeste. El moañés visiblemente molesto con sus compañeros les recriminaba su mal repliegue defensivo.
Error en defensa y 0-1
El Alavés, tal como tenía escrito es su guión, aguardaba paciente el error celeste y llegó en el minuto 59. Una falta mal cubierta por Júnior Alonso llega a Laguardia tras el saque de Ibai. El central se la cede a un Pina totalmente solo y empuja el balón al fondo de las mallas sin oposión celeste.
Partido en dos
Reaccionaba Mohamed con la entrada de Emre Mor por Beltrán para enfado de un afición que volvió a silbar a su entrenador. Ibai con un golpeo maravilloso con el exterior estuvo a punto de marcar el 0-2 pero una estirada increíble de Sergio fue suficiente para mandar el balón al larguero.
El cambio rompía al Celta en dos, nula elaboración de juego que le obligaban a vivir de un ramalazo de calidad de alguno de sus delanteros, esta era la balada del 'Turco', la balada del que no cree en la medular.
Pacheco volvía a ponerse la camiseta de superman para volatilizar el disparo de Boufal, el meta babazorro se erigía como un muro infranqueable para los atacantes locales. Boufal se retiraba completamente tieso en el 74 par dar entrada a Pione Sisto. El Celta tenía el empate en un disparo de Brais que rechazaba de nuevo Pacheco, una pesadilla para los vigueses durante todo el encuentro.
El Celta dominaba ante un Alavés que había decidido echarse atrás, Emre Mor se mostraba activo pero el tanto del empate no llegaba. Mohamed quitaba a Júnior Alonso para dar entrada a Hjulsager. Cinco atacantes, dos medios y tres defensas, así moría el Celta ante el Alavés, colgando balones en busca de un milagro que no existió.
Una nueva jornada sin ganar, la sexta consecutiva, que colocan a Antonio Mohamed al borde del precipicio. El Celta supo algunos minutos a lo qué jugar, el Alavés los 90. Los cambios empeoraron al equipo y lo partieron en dos ante un, de nuevo, desangelado Balaídos que no cree en su técnico y que despidió con una sonora pitada que deja claro el sentir de una afición harta de no ser capaz de reconocer a su equipo.
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