Michu y su espinita clavada con el Celta
El exfutbolista del Celta de Vigo Miguel Pérez Cuesta, más conocido como Michu, ha repasado su trayectoria futbolística en una entrevista publicada en Mundo Esférico. En ella, el atacante asturiano recuerda su etapa en el club vigués y admite que fue "una pena" no poder jugar en la máxima categoría con el equipo celeste.
Consciente de que su papel estaría en el filial, Michu señala que "había conocido al entrenador que había sido rival mío muchas veces porque era entrenador del Sporting. Después allí caigo en un equipo que tiene futbolistas de máximo nivel. Dani Abalo, Iago Aspas, Richy que posteriormente fue capitán del Girona, Sergio y Yoel de porteros que están en Primera División… Eran futbolistas de mucho nivel. Nos sale una buena temporada, me suben en marzo y a partir de ahí otros tres años en el primer equipo".
Desde entonces, su carrera profesional despegó porque "al final estás en un club muy grande". Yo pasé toda mi época en el Celta en Segunda A, algo inhabitual porque era un equipo que venía de descender mientras jugaba la UEFA, y eso no es algo muy normal".
"El sueño de Primera división estaba cerquita porque yo sabía que el Celta quería contar conmigo para el año siguiente"
Recuerda que aquel Celta era "un auténtico equipazo, lo que pasa es que subir en cualquier categoría es difícil". Asimismo señala que "fueron dos años y medio en Segunda A, pero con futbolistas muy muy muy grandes".
Pese a ello, reconoce que "me quedaba un paso y era haber jugado con el Celta en Primera división. Fui muy feliz en Vigo, me sentí muy querido y fue una pena no haber podido jugar con el Celta en la máxima categoría".
Asimismo, reconoce que "seguramente" su peor momento con el Celta fue aquella tanda de penaltis en Los Cármenes en la que se fueron las opciones de ascenso: "Yo tuve la opción. Yo chutaba para ganar y fallé antes que David, y bueno, al final el sueño de Primera división estaba cerquita porque yo sabía que el Celta quería contar conmigo para el año siguiente, aunque no había jugado mucho ese año con Paco Herrera, pero al final, el fútbol es así".
Pese a aquel tropiezo, señala que "hay momentos y momentos, y al final mira, no creo que me haya salido mal a título personal pese a que no subir con el Celta, es una espinita que tengo ahí clavada. Pero bueno, al final tuve la oportunidad de alcanzar la Primera división jugando en Vallecas y fue un año espectacular".