González Fuertes destroza a un solvente Celta
El Celta de Vigo cayó 3-1 ante el Getafe tras adelantarse en el marcador. Lo hizo gracias a una actuación bochornosa del colegiado asturiano González Fuertes que se cargó el partido en un minuto inventándose un penalti que provocó las protestas de un Maxi Gómez que terminó expulsado. No contento con esto anuló un gol por fuera de juego a Hugo Mallo más que dudoso. A partir de ahí los de Cardoso dieron la cara hasta el 81, cuando Rubén regaló el tercero a Mata.
Sin tiempo para sentarse el Celta ya se había puesto por delante. El Getafe cometía en el minuto 1 en el costado zurdo. Brais Méndez botaba la falta y Néstor Araujo entraba como un camión desde la frontal para cabecear el centro del canterano y batir a Soria. En sólo dos minutos los de Cardoso lograban marcar al segundo equipo que menos goles había recibido en toda la competición.
El cuadro azulón, tras el gol celeste, intentó tomar las riendas del encuentro ante un Celta muy reforzado en su confianza y con una solvente línea de cinco que abortaba cada acción de ataque de un Getafe que no tuvo su primera ocasión hasta el minuto 12, cuando una buena combinación entre Mata y Jorge Molina habilitó al veterano punta. Su remate, a la escuadra del palo izquierdo de Rubén se fue ligeramente desviado.
La agobiante e intensa presión del Getafe acogotaba a los vigueses en defensa, cada vez más retrasados en su campo era Mata el que probaba fortuna ante Rubén Blanco que también se marchaba desviado en el minuto 22.
González Fuertes destroza al Celta
El colegiado asturiano se inventaba un penalti de Hugo Mallo en un simple encontronazo y desquiciaba al Celta, especialmente a un Maxi que veía dos cartulinas amarillas por protestar la decisión del árbitro en décimas de segundo. Mata lograba el empate en el 39 y se cargaba un partido hasta el momento bien controlado por los vigueses.
El castigo en la primera mitad pudo ser mayor si Maksimovic acierta un remate que rechazó el palo antes de que González Fuertes y el VAR decidiesen anular un gol a Hugo Mallo por un fuera de juego inexistente a ojos del espectador. Si el capitán estaba adelantado sería por centímetros.
El Celta se iba al descanso con empate a uno, la sensación de sentirse claramente perjudicado y con un hombre menos por una imposible imprudencia de Maxi Gómez generada por un error clamoroso del trencilla asturiano.
El capitán, KO
La reanudación llegó con una buena intervención de Rubén Blanco a disparo de Mata. El mosense, tras el remate cruzado del punta azulón, puso el pie para desviar el balón. Las desgracias para el Celta no tenían fin, Mallo tenía que ser sustituido en el 53 al notar unas molestias en la rodilla izquierda, la misma que se había destrozado en el Santiago Bernabéu en 2013.
Boufal y Jozabed, el 1-2 en sus botas
Mata remataba, en el 55, en claro fuera de juego que no concedió el línea. El punta azulón ni siquiera protestó la acción. El Celta respondía con una maravillosa jugada de Boufal que tras deshacerse de su par ajustó su disparo al palo corto. Soría despejó a la frontal donde Jozabed no acertó a rematar entre los tres palos en una clarísima opción de gol para los de Cardoso.
La sociedad Mata-Molina volvía a aparecer, esta vez sí, para marcar el segundo tanto. Damián Suárez centraba al segundo palo donde Mata se aprestaba a cabecear al área pequeña, allí Jorge Molina sólo tuvo que empujar el esférico al fondo de las mallas.
Aspas al rescate
Reaccionaba Cardoso dando entrada a Aspas en el minuto 65 en busca de un milagro. Pero de nuevo aparecía el colegiado asturiano para birlarle un penalti al Celta por una manos dentro del área azulona. Con 10 pero con Aspas el Celta buscaba el empate, el moañés botaba una falta lateral que a punto estuvo de convertirse en el tanto del empate, pero el cabezazo de Brais se fue ligeramente alto.
De nuevo Brais, excesivamente lento, veía como Cabrera le arrebataba el balón cuando se aprestaba a rematar completamente sólo ante Soria. El canterano desperdiciaba otra ocasión para empatar cuando el reloj se acercaba al 80.
Rubén falla, Mata sentencia
En el 81 se terminó el encuentro cuando Rubén falló en la entrega tras la cesión de Costas. El mosense entregó el esférico a Mata que no desperdició el regalo concedido por el canterano para poner el 3-1. El partido ya estaba muerto, el Celta había hecho méritos para llevarse algo más del Coliseum Alfonso Pérez pero González Fuertes ya se había cargado el partido en el minuto 36.