Fran Escribá, el orden táctico como obsesión
Formado a la sombra de Quique Sánchez-Flores, defensor a ultranza del 1-4-4-2, con quien unió sus designios en 2004, Francisco Escribá es un técnico valenciano de los de la nueva hornada. Trabajador, estudioso del fútbol, que mima todos los detalles y que lleva casi una década batiéndose el cobre por los banquillos españoles. La prueba más evidente de su perfil y su amor por el deporte del balón lo plasma cíclicamente en su propia web.
Tras dejar a Quique cuando este abandonó al Atlético, Fran Escribá inició su andadura en solitario en el Elche, donde dejaría claro que, como su maestro, la defensa a ultranza de la portería es una de sus máximas. No encajar es la clave para ganar, podría resumirse su sistema a grandes rasgos. En aquel Elche histórico de 2012, al margen del récord de puntos, el equipo destacó por ser el menos goleado de la categoría.
Su sistema básico es el 1-4-4-2 con dos interiores que tienden más a entrar hacia el centro y cerrar que abrir las bandas. Así desplegó su juego en el Villarreal, equipo en el que demostró que el orden táctico es su obsesión. En su planteamiento siempre prevalece la defensa por encima del ataque. Técnico muy metódico.
Aunque la prioridad es no encajar, Escribá jamás renuncia al ataque. Sus centrocampistas suelen ser de corte creativo (Fornals, Bruno, Trigueros) y le gustan los laterales que son llegadores, pero en Vigo dependerá de las circunstancias del equipo. No hay que olvidar que mantener el cero en la portería es el principio de su fútbol.
El ascenso con el Elche y la permanencia le consagraron. Después, las cosas le han ido peor en Primera, donde Getafe y Villarreal lo contrataron como salvador para sus respectivos proyectos. Al sur de Madrid no triunfó, pero sí a orillas del Mediterráneo, cerca de su casa, donde, a pesar de coger al equipo en agosto por la el abandono prematuro de Marcelino, consiguió dejarlo en quinta posición.