El uno por uno del Celta en la temporada 2018/19

El Celta de Vigo ha terminado la temporada logrando una agónica salvación en la última jornada. En un mal año donde Aspas es el único jugador que se merece un sobresaliente destacan los aprobados raspados y los suspensos de muchos jugadores que no han estado al nivel esperado. Este es el uno a uno de la temporada 2018/19.

Rubén Blanco (6,5): Comenzó de suplente, Cardoso le dio la oportunidad y la agarró con fuerza. Sus mejores partidos, algunos brillantes, llegaron sin Aspas y no se lograron puntos. Con el moañés de vuelta mantuvo el nivel pero cometió algunos errores de bulto muy importantes. Ha sido la temporada de su consagración.

Sergio Álvarez (6): Arrancó el curso de titular, alternó buenos partidos con errores incomprensibles. Uno de los damnificados por la mala racha del equipo. Su labor en los entrenamientos y gestionando el vestuario se hicieron vitales para la salvación. Un activo fundamental en lo anímico y un competidor feroz en cada entrenamiento.

Hugo Mallo (5): Aprueba por los pelos en la peor, de largo, de sus temporadas en el Celta. Nervioso, uno momentos en los que el brazalete de capitán parecía una losa imposible de soportar. Se entonó en la parte final, cuando Aspas regresó. Fundamental en el equipo, mejorará y mucho.

Kevin Vázquez (5): Pocas oportunidades, en sus primeros minutos le costó el salto de categoría, cuando mejor nivel mostró no gozó de más oportunidades. Siempre tenaz en los entrenamientos, haciendo grupo.

David Costas (5): Alternó titularidades y suplencias a partes iguales tras no haber contado para Antonio Mohamed. Le faltó contundencia para imponerse en el once pero ha dado un paso adelante, nadie le discutirá su presencia en la plantilla. A partir de ahora luchará por ser titular.

Gustavo Cabral (6): Terminó jugando casi 2.000 minutos, su peor momento llegó con Cardoso, donde desapareció del equipo. Escribá lo recuperó para las batallas finales, su experiencia, liderazgo y gestión de vestuario fueron vitales en la permanencia.

Néstor Araujo (6): De menos a más, comenzó pagando la falta de velocidad y su flojo estado físico tras una lesión complicada. Su mejor momento llegó a mitad de temporada donde asomó un central de mucho nivel. Supo mantenerse en el once con Escribá. El más regular de todo el eje de la zaga.

Junior Alonso (1): Llegó para ser central y le tocó jugar de lateral zurdo por la lesión de Juncà. Malos partidos, se marchó en diciembre sin demostrar nada.

Facundo Roncaglia (3): Mohamed confió en él, sin dar un rendimiento solvente le mantuvo en el once. Cardoso no le concedió oportunidades y se marchó cedido al Valencia. En Vigo temporada para olvidar, se espera que no regrese.

Wesley Hoedt (4): Sin ser un mal central llegó en un momento malo del equipo. Para ser un internacional holandés jugó menos de lo esperado. Cuando mejor estuvo el Celta él no participó. Se irá sin pena ni gloria, lo mejor, sus desplazamientos en largo.

Lucas Olaza (7): Una de las sorpresas agradables de la temporada. Tras la incertidumbre que generaba su larga suplencia se ganó la oportunidad con Escribá y el lateral zurdo dejó de ser un problema para el Celta. Incisivo en ataque, uno de los mejores centradores del equipo, fue creciendo en defensa.

David Juncá  (3): Comenzó lesionado el curso, sus primeros partidos fueron un desastre defensivo. Cuando mejoró y mostró un nivel aceptable, siendo además importante en ataque, volvió a caer lesionado. Temporada aciaga.

Robert Mazan (-): Un solo partido, ante un Barcelona que no quiso matar. Cedido en enero al Venezia de la Serie B, tampoco ha logrado sumar muchos minutos.

Okay Yokuslu (6,5): Otra de las sorpresas positivas del curso. El turco comenzó la pretemporada lesionado, lo que marcó sus primeros partidos. Poco a poco fue creciendo hasta erigirse como el líder de la medular celeste. Fundamental en la recuperación, en la entrega y la garra.

Fran Beltrán (5): De más a menos, comenzó el curso asombrando por su madurez, capacidad de decisión y entrega. Se fue diluyendo, le tocó jugar en posiciones que no eran la suya hasta casi desaparecer con Escribá. Supo aguantar con una sonrisa su suplencia entrenándose como el mejor. Tiene todo el futuro del mundo en sus pies.

Stanislav Lobotka (5): Una sombra del jugador que asombró la pasada temporada. La lesión y recaída no le ayudó en su rendimiento, que estuvo muy por debajo de lo esperado y de lo exigible. Sólo al final del curso dejó pinceladas de lo que puede dar, pero estropeado con una aparente actitud de desidia.

Jozabed Sánchez (4): Intermitente, no mejoró a los titulares cuando tuvo oportunidades, especialmente con Cardoso. Se le echó en falta su capacidad para llegar desde segunda línea. Penalizado por tener que jugar muchso minutos fuera de sitio.

Nemanja Radoja (5): Por actutid, compañerismo y profesionalidad en A Madroa se merece el aprobado. No llegó a un acuerdo para renovar y se le apartó cuando hubiese sido una pieza interesante para el Celta.

Brais Méndez (5,5): De más a menos, sus grandes números en una temporada, 6 goles y 7 asistencias se concentran en poco más de un mes, donde logró 4 goles y 5 asistencias que le permitieron llegar a la selección. A partir de ahí su bajón de nivel es claro y no se puede discutir. Madurará para ser más regular.

Mathias Jensen (3): Una lesión dio al traste con toda la temporada del fichaje más ilusionante del verano. Una rotura de fibras que lo mantuvo fuera hasta enero. Luego dejó algún detalle pero ningún técnico confió en él.

Andrew Hjulsager (4): Sin minutos, a pesar de ello sumó tres asistencias de gol. Le falta nivel y continuidad para ser una pieza importante. Profesional como pocos, en sus últimos partidos no estuvo bien.

Emre Mor (0): Otra temporada en blanco para el díscolo extremo que es noticia por todo menos por su juego. Un problema de de más de 20 millones de euros para el Celta. Cero profesionalidad, cero actitud, cero ganas.

Pione Sisto (1): Espectacular bajada de rendimiento del danés. Preocupado por otras cosas alejadas del fútbol es una sombra del buen extremo que había disfrutado el Celta las dos últimas temporadas. Urge recuperle, porque su problema no está en su juego, está en su cabeza.

Ryad Boudebouz (5): De fichaje irrelevante en enero, para cumplir el expediente de la dirección deportiva, a un jugador muchas veces titular. Realizó algunos partidos interesantes con Escribá, no seguirá, ni por edad, ni por ficha, muy superior a su rendimiento.

Sofiane Boufal (5,5): Talento desperdiciado por los cuatro costados. Pocos jugadores en el mundo tienen esa facilidad para regatear. Sólo Escribá lo supo encauzar para ofrecer dos o tres recitales. Sus números están muy por debajo de su capacidad.

Iago Aspas (10): Si el Celta sigue en Primera es gracias a él. 20 goles y 6 asistencias en 2.262 minutos ya se merecen el sobresaliente. La matrícula se la gana por haber tirado de todo el equipo tras estar tres meses lesionado y resurgir como ave fenix para lograr la remontada desde los puestos de descenso.

Maxi Gómez (6): Sus números, 13 goles y 5 asistencias se merecerían un notable. Pero su falta de gol mientras Aspas estuvo lesionado, justo cuando debía dar un paso al frente merman su nota. Saldrá en verano y será una venta récord, posiblemente esté aún muy lejos de su techo.

Emmanuel Apeh (-): Unos minutos en un dos encuentros. Presencia testimonial.

Dennis Eckert (3): Tuvo oportunidades con Mohamed pero no las aprovechó, actualmente su nivel no está para jugar en Primera. En Holanda tampoco ha mejorado en exceso pero al menos metió dos goles.