Uno de los proyectos más ambiciosos del Celta de Vigo es la construcción de la nueva ciudad deportiva en Mos. El club espera que el primer equipo pueda entrenar en los campos nuevos a principios de año, pero se ha encontrado un contratiempo al realizar las obras: restos arqueológicos. Pese a este retraso, el conjunto olívico mantiene su plan inicial.
Tal y como informa Radio Vigo, las obras de la ciudad deportiva del Celta en Mos van a sufrir un pequeño retraso con respecto al plan inicial. Todo ello debido a la aparición de unos restos arqueológicos en ellas mientras se realizaban los trabajos.
Los restos de cerámica datan del año 2.500 AC aproximadamente, pero al no pertenecer a civilizaciones ni celtas ni romanas no parece que vaya a retrasar demasiado el curso de las obras.
Los trabajos de recuperación y de documentación de los restos están en su fase final y está previsto que en un mes concluya el movimiento de tierras. Se han hecho excavaciones que afectaron a la mitad del suelo de la primera fase que está construyendo el Celta de Vigo en Mos, por lo que se han efectuado unas excavaciones aleatorias en ellas.
El hecho de que estos hallazgos no pertenezcan a civilizaciones ni celtas ni romanas provocan que baste con documentarlos y catalogarlos, y eso quiere decir que no va a afectar al proyecto ni lo va a modificar.
Por eso, la idea del club, pese al retraso, es la de tener los campos de fútbol terminados a principios de año y mudar al equipo lo antes posible, aunque habrá que esperar cómo se van desarrollando los trabajos después de este retraso.
Una ciudad deportiva que es de máxima necesidad para el crecimiento de la entidad: "Hablábamos de equipo de cantera y a veces en un solo campo tenemos que entrenar a cuatro equipos. Va a ser una ciudad deportiva muy bonita", explicaba el presidente Carlos Mouriño en una de sus intervenciones.