Luis Enrique, poco a poco, intenta volver a la normalidad. El que fuera técnico de la selección española sigue recuperándose del trágico suceso que trastocó a su familia y que, a su vez, le obligó a dejar el combinado nacional.
El fallecimiento de su hija Xana, la pequeña de sus hijas, cuando apenas tenía 9 años tiñó de luto el mundo del fútbol. Xana murió tras cinco meses luchando con un osteosarcoma, un tumor óseo que aparece en los más pequeños.
Según relata el periodista Julián García Candau, el técnico y su familia siguen muy tocados un mes después del trágico suceso. Luis Enrique no puede ocultar su dolor y aún no está recuperado, aunque su esposa, Elena Cullell, lo está pasando aún peor.
El asturiano, más allá de pasar mucho tiempo con su familia, ha vuelto a las montañas para recuperar una de sus pasiones: el ciclismo. Luis Enrique ha vuelto a salir los fines de semana por las carreteras y las montañas más cercanas, donde coincide con varios aficionados a la causa.
Allí en las montañas, aprovecha para compartir alguna conversación con otros ciclistas, que ya conocían de antemano el buen carácter del ex seleccionador. En cambio, ahora también admiten que en su cara es fiel reflejo del dolor que tiene por dentro, imposible de esconder.
En cuanto a su vuelta a los banquillos, parece aún lejana. El mismo periodista asegura que el técnico aún no está en plenas condiciones para volver a ser dirigir a un equipo, ya sea en la selección o en cualquier otro club. Además, el actual seleccionador, Robert Moreno, acude al propio Luis Enrique a la hora de tomar algunas de sus decisiones, por lo que sigue teniendo algo de contacto con la selección.
Es pronto y arriesgado poner una fecha en la que ver a Luis Enrique de vuelta en los banquillos. De momento, el asturiano sigue cicatrizando una herida difícil de tapar junto a sus seres más queridos.