Se echará el resto por seguir viendo a Rafinha de celeste

Aún sin cerrar la continuidad del primer equipo en LaLiga Santander el Celta de Vigo ya está trazando algunas líneas maestras de cara al curso 2020/21. Uno de los principales objetivos es asegurarse la continuidad de uno de los referentes de la actual plantilla, el hispano brasileño Rafinha Alcantara.

La directiva celeste quiere convencer a Rafinha para que acepte ser uno de los líderes del equipo vigués las próximas temporadas. Para ello están dispuestos a echar el resto y realizar una importante apuesta económica tanto en el traspaso que tengan que abonar al Barcelona y la ficha que vaya a percibir el propio Rafinha.

El precio de Rafinha ha bajado de 25 a 17 millones de euros, una cantidad en la que el Celta está dispuesto a entrar en la puja, tal como indica el Faro de Vigo. Pero si los 17 millones son un primer problema, ya que el Celta nunca ha  pagado esa cantidad por un futbolista, la ficha de Rafinha es otro gran inconveniente.

Rafinha tiene un salario acorde al Barcelona, lo que es inasumible para las arcas celestes por lo que el menor de los Alcántara debería bajar de forma considerable su ficha. El Celta le recompensaría con un contrato largo y dándole los máximos galones en el equipo.

Pero hay más problemas, después de un comienzo irregular de temporada, donde no estaba totalmente recuperado de su última e importante lesión, Rafinha estaba cuajando una gran segunda vuelta. Está siendo titular en cada uno de los encuentros, mostrando un altísimo nivel y siendo uno de los artífices de la remontada celeste. Estos hechos, sin duda, habrán despertado el interés de equipos de más capacidad económica que el Celta.

Como apunta el Faro de Vigo, el factor emocional será clave para convencer a Rafinha. Su madre y su hermana viven en Vigo y Rafinha siempre se declaró como un vigués más y un fiel seguidor del Celta. El club apelará a esto para convencer al centrocampista que la estabilidad y tranquilidad serán buenas para él y su carrera, para que desoiga los cantos de sirena que le pueden llegar de otros clubes.