La súplica de Aspas para lograr el regreso de Rafinha

Iago Aspas está muy pendiente del trabajo diario del que ha sido su compañero de equipo hasta el pasado mes de julio, Rafinha Alcántara. El hispano brasileño ha regresado al FC Barcelona pero sabe que tiene que encontrar un nuevo equipo ya que Ronald Koeman no cuenta con él. Así lo demostró en el primer amistoso de la pretemporada, ante el Nástic de Tarragona, donde Rafinha ni siquiera fue convocado. La estrella del Celta de Vigo respondió a un mensaje del menor de los Alcántara en lo que parece que es una súplica para que regrese a Vigo.

Rafinha Alcántara lleva semanas entrenándose con los futbolistas descartados y del filial que no cuentan para el técnico holandés del Barcelona en las Ciutat Esportiva Joan Gamper. El centrocampista, al que le resta un año de contrato, debe encontrar un equipo en los 20 días que restan de mercado.

El Celta de Vigo es una de las opciones que maneja un Rafinha que ha sonado para distintos equipos ingleses pero sin más resultados que meros sondeos para conocer la situación contractual del mediapunta. Everton o Leeds han sido algunos de los nombres, también el Inter de Milan o la Lazio, que han salido relacionados con el exjugador del Celta de Vigo.

Mientras esto sucede, sabiendo que su futuro en el Barcelona es inexistente, Rafinha ha mandado un mensaje a través de su cuenta de Instagram en el que escribió "trabajo" acompañado de un emoticono con la boca cerrada. Aspas le respondió con las manos en forma de súplica. El delantero quiere volver a contar con un asistente de lujo como Rafinha, pero la operación para lograr su regreso se antoja muy complicada.

Invisible work. pic.twitter.com/Fr12aZXfgq

— Rafinha Alcantara (@Rafinha) September 10, 2020

El Barcelona sigue solicitando el pago de su cláusula de rescisión, que bajó a 16 millones de euros. El Celta, en un contexto económico tan desfavorable, provocado por la pandemia del coronavirus, no puede hacer frente a ese desembolso sin superar su tope salarial marcado en casi 60 millones de euros.

La falta de ofertas por Rafinha juega a favor de los intereses celestes, que podrían intentar su fichaje en los últimos días de esta ventana de transferencias, en el mes de octubre. En ese momento el Barcelona podría bajar sus pretensiones económicas y firmar una nueva cesión con obligación de compra en caso de permanencia o una venta a la baja por un jugador con el que Ronald Koeman no cuenta.