Jorge Sáenz destapa su aislamiento en el Celta: "El trato fue cada vez peor"

La temporada pasada del Celta de Vigo, que inició con Óscar García y acabó con Eduardo Coudet, dio para mucho. La llegada del Chacho arregló muchas cosas tanto en lo deportivo como de cara al público. No obstante, otras situaciones no cambiaron nada en absoluto. Fue lo que ocurrió con David Costas y Jorge Sáenz. Los jugadores del Real Oviedo y Marítimo, respectivamente, viven una nueva etapa en sus carreras deportivas. Ambos creen que su salida del club celeste fue positiva. Pero el central tinerfeño va un paso más allá. Y es que ha decidido romper su silencio y revelar lo que él considera que fue un mal trato por parte de la entidad.

Lo ha hecho en el canal de Twitch de Manoj Daswani, Jefe de Deportes de Radio Club Tenerife. El periodista le preguntó por su estancia en el Celta, la cual es público que no fue positiva, y el central no se guardó nada. "No tengo problema en contarlo, no tengo nada que esconder", avisó.

Jorge Sáenz cuenta así su situación: "Dos semanas antes de que que abriera el mercado de invierno me comunican que no cuentan conmigo. Les digo que vale, perfecto, y que buscaré equipo. De repente, entreno aparte y tengo que estar una hora dando vueltas al campo con otro compañero (David Costas). Sin estar abierto el mercado y sin haberme negado a salir ni a nada. Así, de buenas a primeras. Pensé que ese sería su modo de operar. Empecé a buscar una salida, pero fue después de la época del coronavirus. Era muy complicado encontrar buenas opciones en ese momento", admite.

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Algo que el club sabía, y por eso le puso sobre la mesa diferentes alternativas. Sin embargo, estas no encajaron en lo que Jorge Sáenz entendía que necesitaba para relanzar su carrera. "El club me ofreció opciones que no me gustaban. Ni me llamaban deportivamente, ni personalmente. La gente se piensa que solo hay que mirar por un lado (en este caso, el club), y hay que fijarse en los dos".

Jorge Sáenz cree que sus sesiones aparte eran para "putearlos"

Del mismo modo, admite que esto desembocó en que el Celta, siempre según la versión del jugador, intentase presionarle para salir. "El trato el trato fue cada vez peor. Los entrenamientos no eran normales. Desmesurados. Entrenaba hasta ciertos límites, porque las piernas no daban más. Entrenamos en una dinámica que se alargó hasta final de la temporada", desvela. Aquí, Manoj Daswani le pregunta por qué, si esta forma de proceder del Celta era una maniobra de presión tanto a David Costas como el propio Jorge Sáenz. "Realmente, pienso que la finalidad era esa. No sé si fue por parte del entrenador o del club ni lo quiero saber. Hubo que aguantar el tirón", cuenta.

La situación, según sus palabras, llegó a un límite en que que tuvo que denunciarla a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que actuó como intermediario. "Acordamos con el club que, al menos, aceptando entrenar aparte, hiciéramos la primera parte con el grupo. Además, que los entrenamientos no fueran para putearnos, hablando claro. Que nos sirvieran para crecer y ser mejores futbolistas. Ahí ya la cosa fue más o menos a mejor", revela.

Algo que, de hecho, le afectó a su vida personal y amorosa. "Lo pasas mal. Te planteas cosas que normalmente no te planteas y todo eso lo pagas en casa. No me apetecía hablar con mi pareja, que al final está allí por ti. Te da rabia que por temas profesionales, lo acabes pagando en lo personal".